Redes Sociales: Aniquilan el Futuro de Todos y Matan a las Nuevas Generaciones
Redes Sociales:
Aniquilan el Futuro de Todos y Matan a las Nuevas Generaciones
Enrique
E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
Importa mucho revisar y actualizar los persistentes y
perversos efectos que las redes sociales tienen sobre los niños y jóvenes.
Literalmente, las redes sociales se han convertido en una
pesadilla. Un estudio en 2024
analizó el efecto psicológico que ellas tienen en la calidad y en los
trastornos del sueño. Quienes pasan más tiempo en las mismas, experimentan más
pesadillas sobre acoso escolar, disputas políticas y noticias angustiantes, lo
que les genera angustia emocional. Esto ocurre porque «sus algoritmos están específicamente
diseñados para despertar fisiológica y psicológicamente las emociones y
alimentar la adicción a los medios de comunicación,
haciendo que el cerebro y el cuerpo quieran aún más información de las redes
sociales». Se resaltó
también el estudio que «TikTok, Instagram, X y Facebook contribuyen al incremento de la depresión, la soledad, el aislamiento, el
ciberacoso y el incremento en el suicidio». (https://tinyurl.com/23ymsaxz).
En un informe de 2024 sobre género, como
seguimiento a la educación en el mundo, la UNESCO destacó que las niñas son
expuestas a ciberacosos, a vídeos que resaltan comportamientos poco saludables
y criterios corporales nada realistas, lo cual afecta su autoestima, imagen
corporal, salud mental, invade su intimidad y reduce el bienestar necesario
para el éxito académico. Ellas, además, son expuestas a estereotipos de género
que privilegian lo masculino. (El lector puede encontrar el Informe aquí: https://tinyurl.com/56byd9nm).
La
Organización «Im Médico» resaltó en 2025, con base en diversos estudios,
los efectos negativos de las redes sociales en la salud del cerebro; entre los
cuales están: reducción en la capacidad de concentración, en la toma de
decisiones, la creatividad, la memoria y el aprendizaje; a los que se agregan
los efectos sobre las regiones del
cerebro asociadas a los afectos, la
motivación, y las que sustentan el lenguaje y la «alfabetización
emergente» (habilidades precursoras para el aprendizaje de la lectura y la escritura). Y aún más, se
han establecido efectos negativos en la salud, la autopercepción de la imagen
corporal y aumento de las tasas de depresión e incluso de conducta suicida
(ideación e intento). En España, «en
los últimos 12 años se han multiplicado por 35 las conductas suicidas, pero
también las autolesiones, la ansiedad, la tristeza, la depresión o los
trastornos de la alimentación». (https://tinyurl.com/bdh9z8kt).
En 2024, el Diccionario Oxford seleccionó como palabra del
año a «brain rot»
o podredumbre cerebral, que se define como «El supuesto deterioro del
estado mental o intelectual de una persona, especialmente visto como el
resultado del consumo excesivo de material (ahora particularmente contenido en
línea) considerado trivial o poco desafiante. También: algo caracterizado como
susceptible de conducir a tal deterioro». (https://shorturl.at/Ru2rs).
Se ha destacado que redes como
TikTok e Instagram producen presión sobre la imagen corporal, causando
trastornos en la autoestima, insatisfacción con el propio cuerpo, trastornos de
alimentación y una variedad de impactos
negativos que afectan el bienestar psicológico. Pierden los adolescentes la
capacidad crítica en cuanto a los roles de género «con
importantes efectos sobre los adolescentes… consolidan la idea del hombre
dominante vinculado a la masculinidad tóxica, con pocos espacios para mostrar
sus emociones». (https://shorturl.at/mCOXn, https://shorturl.at/PsmxL, https://shorturl.at/vpDAd).
Niños y adolescentes han estado expuestos de manera
acrítica a: contenidos tóxicos, cíberodio, imágenes cruentas o violentas,
contenidos extremistas, contactos con adultos en línea nocivos con abierto
riesgo de explotación sexual, de acoso y amenazas de extorsión. Igualmente, se
da la exposición al sexting, al ciberacoso y a la creación de fotos
íntimas falsas (mediante deepfake). También, se presenta la manipulación de la
percepción social mediante granjas de bots y participación en retos
virales peligrosos. El resultado ha sido la creación de generaciones con
dificultad para desarrollar las muy necesarias habilidades sociales, la
conformación de grupos humanos formados en el miedo a perderse de algo,
respondiendo a la presión para encontrar identificación en el cambiante mundo
que viven y que se les presenta en las redes sociales. (https://tinyurl.com/4e58p9rp).
En 2035, todos los
grupos etarios de jóvenes sufrirán de variedad amplia de trastornos físicos y
mentales, así como también de alta inmadurez social, desadaptación social y
personal con dificultades para la debida expresión de las emociones. Vivirán
con altos niveles de depresión, de insatisfacción consigo mismos, con sus
trabajos y con la vida en general. Serán jóvenes y adultos pertenecientes a generaciones enfermas. Vivirán esas
personas deformadas por la sobreexposición a masas de información (el «brain
rot») que, desde la más tierna edad, habrán sido trastornadas por la
perversa manipulación de quienes controlan una variedad amplia de plataformas
digitales.
Los niños y jóvenes, y tampoco la sociedad en general, han adquirido suficiente conciencia sobre el daño persistente y los efectos negativos y acumulativos, perturbadores de la madurez social y de la salud física y mental. En los procesos formativos de esas generaciones ha existido un descuido que no se había presentado antes en la historia. Hace poco, se podía anticipar un mundo más estable y los efectos positivos duraderos de los procesos educativos, con mayor presencia, supervisión y apoyo de padres, maestros y adultos en general. Existían algunos modos consensuados para la facilitación de la madurez tanto afectiva como cognitiva y de la construcción de relaciones sociales sanas, favorecedoras del crecimiento personal para el adecuado desempeño en distintas circunstancias, contextos y momentos de la vida.
Bien se ha establecido que las redes sociales tienen un
alto potencial positivo y constructivo si se empleasen para comunicaciones
llenas de sana convivencia humana y para el intercambio productivo, social y
psicológicamente, con los demás. Pero, se ha hecho evidente, como se ha
señalado, que no son seguras para niños y adolescentes y que, por lo tanto, se
precisan las acciones globales para que sean herramientas esencialmente
productivas, favorecedoras del bienestar humano colectivo.
Esa dañina situación debe ser abordada de manera inmediata por los padres
de familia, los maestros, las organizaciones sociales y por los gobiernos
mediante acciones específicas y efectivas para regular su uso productivo y
positivo y alejar los efectos perturbadores que ahora mismo tienen. Todos, sin excepción, tenemos un papel fundamental
que desempeñar protegiendo a los menores frente al asalto comercial, bajo la
guisa de gratuidad y de facilidad de acceso al que son atraídos y expuestos
para ser asegurados como fieles y sumisos consumidores, bien perfilados, como
parte esencial del negocio de las compañías, mediante la venta de la
información personal de cada persona, sin excepción. A esas compañías, no les
importa el daño protervo que bien saben que forjan, sino las ganancias
económicas, creando de por vida clientes, pasivos y compulsivos, atrapados en
redes de vendedores de variedad de mercancías, necesarias o no para su consumo
En las escuelas y colegios se
precisa poner énfasis especial en el uso creativo y productivo de las redes y
también en la comprensión de cómo funcionan y de qué intenciones y poderes
económicos de distinta índole están detrás de ellas. Deben los niños y jóvenes
entender el amplísimo poder que esas redes poseen para distorsionar u ocultar
la verdad, así como para la manipulación de mentes, pensamientos y decisiones,
que apuntan al control de sus voluntades con intenciones ideológicas,
comerciales o políticas. La pérdida de su autonomía cognitiva y la ausencia de
pensamiento crítico, dada la sumisión, ponen en riesgo el ejercicio de la
democracia. (https://shorturl.at/6v76I, https://shorturl.at/1aRti).
Distintos gobiernos han empezado a tomar medidas para que se limite el
acceso de menores a las redes sociales y para que se controlen a los dueños de
las plataformas correspondientes, con el fin de detener la manipulación
intencional y el control de mentes y cuerpos. Australia expidió una ley, considerada la más estricta en el mundo, que
prohíbe a los menores de 16 años usar las redes sociales; en la Unión Europea,
se ha fijado en 16 años, aunque los países pueden reducirla a 13; en Puerto
Rico se ha demandado a Instagram por la exposición de los menores a contenidos
perjudiciales y adictivos que inducen a altos niveles de ansiedad y depresión
entre los adolescentes. En Nueva York, el gobierno ha destacado que las redes
sociales son un peligro para la salud de mental de los jóvenes, porque ellas están diseñadas para ser
adictivas y peligrosas. (https://tinyurl.com/ekptr7ce, https://tinyurl.com/bduwskr4).
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