Llegaron los Carnavales: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Llegaron los Carnavales: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Enrique E. Batista J., Ph. D.
No es menester que sólo ciencias
y tecnologías aprendan nuestros estudiantes, por lo menos no debe ser así. El
arte y la cultura forman parte de los objetivos supremos de la formación
escolar. Hoy los estudiantes aprenden y se socializan 24 horas al día. Se
reconoce que los alumnos no son receptores pasivos de información copiada y
dictada, sino que procesan información de modo permanente, tienden a ser
críticos del mundo y de los gustos de los adultos. No consumen información,
sino que también son creadores en todos los campos, incluidos los de las artes
y la cultura.
Hacen ellos realidad el principio
psicológico de que el aprendizaje es un proceso social, que se da mejor en
ambientes interactivos y colaborativos. El reconocimiento oportuno a la
creatividad influye en la consolidación de la autoestima con claros efectos
sobre el progreso escolar y psicosocial general.
La lectura y la escritura, el
buen dominio del español, son medios esenciales para la creación, apropiación y
trasformación cultural. Ha informado el
DANE (https://goo.gl/BQaQSd) que los
niños colombianos entre 5 y 11 años leen, en promedio, 3,2 libros por año, pero
que los adultos no llegan a 2. Algo
similar se ha observado en otros países como España. Además, los jóvenes escriben
mucho más que los adultos que los precedieron lo hacen a diario de manera cuasi
constante, conectados, en línea, a través de las redes sociales. Conviene
aprovechar, en lugar de censurar y restringir, la capacidad de comunicación
verbal (oral y escrita) y multimedial que tienen.
La
UNESCO ha desarrollado muy importantes tareas para destacar, construir y aun
rescatar el patrimonio cultural inmaterial de la
humanidad. Organización que no se ha centrado sólo en los importantes campos de
producción cultural como colecciones de objetos y monumentos, sino que ha
incluido también a "tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros
antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales,
artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y
prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas
vinculados a la artesanía tradicional." Dado el contexto de la
globalización, con la UNESCO hay que destacar la importancia, desde el punto de
vista educativo, de formar en el reconocimiento a la fragilidad del patrimonio
cultural inmaterial y entenderlo como lo que es: un factor formativo importante
para el mantenimiento de la diversidad y para contribuir al diálogo entre
culturas y a la promoción por el respeto hacia otros modos de vida.
"El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es
pertinente para los grupos sociales tanto minoritarios como mayoritarios de un
Estado, y reviste la misma importancia para los países en desarrollo que para
los países desarrollados." Un bien se cataloga como patrimonio
cultural inmaterial sólo si es reconocido como tal por quienes lo crean,
mantienen y transmiten. (Véase: https://ich.unesco.org/es/que-es-el-patrimonio-inmaterial-00003; https://ich.unesco.org/es/que-es-el-patrimonio-inmaterial-00003).
Señala el Texto de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la UNESCO, en su artículo segundo, que dicho patrimonio se:
“transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las
comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza
y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y
contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la
creatividad humana.” Especial importancia asigna esa Convención a la “salvaguardia”,
entendida como “las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del
patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación,
investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión
-básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de
este patrimonio en sus distintos aspectos…. el patrimonio cultural inmaterial
debe ser pertinente para su comunidad, recrearse continuamente y transmitirse
de una generación a la siguiente.” (https://ich.unesco.org/es/convenci%C3%B3n#art2).
Los carnavales se celebran cada
año en fecha variable debido al uso del calendario lunar con el que se define,
también cada año, la fecha de la Semana Santa. La celebración de los carnavales
puede tener hasta 5000 años de antigüedad, existieron en la región de la antigua
Mesopotamia y la vieja civilización egipcia. Entre los griegos se asocia el
carnaval a las fiestas de Baco, dios del vino (de ahí la expresión bacanal) y
en Roma con la celebración de los saturnales, fiesta en honor del dios
Saturno. Aunque se relaciona con el
comienzo de la cuaresma cristiana, es una tradición pagana desde sus
orígenes. Finaliza el martes de carnaval antes de empezar esta
cuaresma con el miércoles de ceniza.
Los carnavales más reconocidos
son los de Rio de Janeiro, Venecia, Niza, Oruro, Santa Cruz de Tenerife,
República Dominicana, y el que genéricamente se conoce como Mardi Gras (martes de la grasa, en
francés, referido al martes antes del miércoles de ceniza) de New Orleans. A esta lista se agrega el Carnaval de
Barranquilla catalogado como uno de los
10 mejores del mundo (https://www.carnavaldebarranquilla.org/;
https://losviajesdedomi.com/los-10-mejores-carnavales-del-mundo/).
En Colombia hay los siguientes 10
elementos en la lista de patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO (entre paréntesis el año en que
ingresó a la lista): El carnaval de Barranquilla (2008), El espacio cultural de Palenque de San
Basilio (2008), Las procesiones de
Semana Santa de Popayán (2009), El
Carnaval de Negros y Blancos de Pasto (2009), El sistema normativo de los wayuus, aplicado por el pütchipü’üi
“palabrero” (2009), Los conocimientos
tradicionales de los chamanes jaguares de Yuruparí (2011), Fiesta de San Francisco de Asís en Quibdó
(2012), El vallenato, música tradicional
de la región del Magdalena Grande (2015), Música de marimba y cantos y bailes tradicionales de la región
colombiana del Pacífico Sur y de la provincia ecuatoriana de Esmeraldas
(2015) y Cantos
de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela (2017). (https://ich.unesco.org/es/estado/colombia-CO).
Los Cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela, y el vallenato, música tradicional de la región
del Magdalena Grande, son elementos incluidos en la Lista de salvaguardia urgente, porque su viabilidad corre peligro y
están sometidos a serias amenazas. En el caso del vallenato, la UNESCO se
refiere a las composiciones e interpretaciones tradicionales (la de Escalona, Pacho
Rada, Abel Antonio Villa, Emiliano Zuleta, Alejo Durán, Adolfo Pacheco y su
música de acordeón, entre otros) y no a la variante comercial que en algún otro
escrito llamé “lloranato”.
Mediante la ley
1185 de 2008 y con el decreto 2941 de 2009 en Colombia se definió con claridad
qué elementos integran el patrimonio cultural de la Nación, se señaló el Procedimiento para la inclusión en la Lista Representativa de
Patrimonio Cultural Inmaterial y se definió el Plan Especial de Salvaguardia –PES. Con la Decisión 588 de 2004 la Decimotercera
Reunión Ordinaria del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores actualizó las normas de protección y
recuperación de bienes del patrimonio cultural de los países miembros de la
Comunidad Andina.
Bien señaló el Texto de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la UNESCO el muy importante compromiso de todos los Estados
para adelantar en el campo de la educación la sensibilización y el
fortalecimiento de capacidades para asegurar el reconocimiento, el respeto y la
valorización en la sociedad de dicho patrimonio. Corresponde a cada país,
mediante sus programas educativos, la sensibilización y difusión de información
dirigida al público en general y a los jóvenes en especial. Los procesos
educativos apuntarán al fortalecimiento de la capacidad para la salvaguardia
del patrimonio con énfasis en gestión e investigación científica, información a
la ciudadanía de amenazas al patrimonio. Y en especial: “promover la educación
sobre la protección de espacios naturales y lugares importantes para la memoria
colectiva, cuya existencia es indispensable para que el patrimonio cultural
inmaterial pueda expresarse.” (https://ich.unesco.org/es/convenci%C3%B3n#art2).
No vale ningún resultado en pruebas Pisa o
en las de SABER si no se forman alumnos o ciudadanos que conozcan y promuevan
su propia cultura y sus productos, los bienes de interés cultural, la valía de
las expresiones culturales de los distintos grupos sociales y etnias, y los
bienes materiales e inmateriales que constituyen patrimonio esencial de la
Nación.
[Un conocido comunicador de radio indagaba el
porqué de la denominación de Curramba
para Barranquilla, consulta que me pasaron un par de mis colegas. Si se silabea
Ba – rran- quilla hasta la letra Q: Ba – rran - Q, al leer al revés se tiene
Curramba. O sea, es un “arrevecino” de Barranquilla. Por eufonía
y economía lingüística la gente no incluyó la sílaba final del nombre de la
ciudad. Solidaridad con los curramberos
(ñeros que llamamos en otra época por
su tendencia a abreviar el sustantivo compañero
en los saludos). Su progreso por encima de los actos violentos de estos días no
será detenido, ni será óbice para que propios y visitantes puedan gozar uno de
los 10 mejores carnavales del mundo. Para orgullo propio y de Colombia harán
los mejores Juegos Centro Americanos y del Caribe].
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