El Deber y el Derecho de Saber Qué Vacuna le Aplicarán Contra el COVID - 19
El Deber y el Derecho de Saber Qué
Vacuna le Aplicarán Contra el COVID - 19
Enrique E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
No todas las
vacunas son iguales ni protegen con la misma eficacia. Es de vital
importancia que cada uno de nosotros se vacune y deje de creer y circular
información errónea sobre ellas, incluida la abiertamente falsa de que la
pandemia es una tramada conspiración. Nos tiene que regir el valor
humanitario de vacunarnos todos, ya que es el camino más preciso para
acabar con la pandemia y poder así mejorar nuestra calidad de vida tan
deteriorada en estos últimos doce meses.
Algunas
consideraciones iniciales importantes que cada uno debe conocer: Las vacunas contra
el COVID - 19 no evitan que una persona se infecte, lo que logran es reducir
las posibilidades de enfermedades graves, de hospitalización y de confinación
en salas UCI. Quien está vacunado puede infectar a otros, por lo que será
necesario tener los cuidados estándares ya bien conocidos cómo usar bien la
mascarilla, lavarse las manos con agua y jabón y mantener el
distanciamiento social.
Es preciso
reconocer que entre las vacunas hay diversos grados de «eficacia»,
lo cual quiere decir, a guisa de ejemplo, que una con 70% de eficacia
indica la reducción de nuevos casos de
la enfermedad en el grupo experimental que fue vacunado en los ensayos clínicos
previos en comparación con el grupo de control (llamado placebo) que no recibió
la vacuna. O sea, que la eficacia indica qué tan bien se desempeñó la vacuna en
esos ensayos, porcentaje que se toma como expectativa inicial de cómo se
comportará cuando se aplique masivamente. Así, resulta ser una medida de la
capacidad que tiene para una reducción significativa de los contagios, menor
sintomatología o número de muertes. (https://rb.gy/ufg4v4).
Por lo
anterior, es esencial que cada persona, cada ciudadano, conozca el grado de
eficacia de ellas y la protección que ofrecen frente a las nuevas mutaciones.
Sin embargo, anotan las autoridades de salud en el mundo que las diversas
vacunas ya autorizadas evitan niveles graves de la enfermedad, hospitalización
y confinamiento en salas UCI. La vacuna puede prevenir la enfermedad, pero no
la infección; históricamente ha sido difícil desarrollar vacunas que venzan por
completo la infección que causa un virus.
Con la
vacunación, además de evitar sufrimientos y de salvar vidas, se busca alcanzar
la «inmunidad de rebaño» o «inmunidad colectiva» la cual consiste
en lograr que un porcentaje muy alto de la población, usualmente un
70% o más (cifra que varía según el virus), se haga inmune a la enfermedad,
disminuyendo así la probabilidad de que una persona pueda infectar a otra. Esta
inmunidad es considerada como la única estrategia sostenible para
detener la pandemia. Entre más rápido se logre que más persona se vacunen,
menor será la oportunidad evitar evoluciones del virus y mayor la de detener la
pandemia. (https://rb.gy/lwzksa).
Es de
sustancial importancia saber que el virus que causa esta enfermedad pandémica no
desaparecerá, permanecerá entre nosotros. Se puede recordar que la bacteria que
causó en la Edad Media, hace cerca de 700 años, la pandemia llamada la peste
negra o bubónica, está entre nosotros y todavía se registran brotes
en diversas partes del mundo, como en Madagascar en 2014; de otra parte, el
virus de la gripa española H1N1 que hace 103 años infectó al 60% de la
población mundial y mató a 40 millones de personas también está presente.
El único virus que ha podido ser extinguido es el de la viruela; todos lo demás
permanecen ahí entre nosotros. Por ello es necesario, mantener todas las
medidas de preservación de la salud con los debidos cuidados que hemos
aprendido en 12 meses pandémicos.
Hay en curso más
de 200 ensayos científicos para producir vacunas contra el COVID - 19. Cuando se
cumplen los altos estándares que se
fijan para ellas, las autoridades de salud mundiales y las nacionales emiten
su recomendación para la aplicación en seres humanos. A la fecha hay once
vacunas en uso. La eficacia de algunas de ellas, con el valor en dólares
de cada dosis entre paréntesis, son:
Pfizer – BioNTech (95%; US $19.50), Moderna (95%; US
$25- $37), Oxford – AstraZeneca (70%; $4.00), Sputnik V
(91.4%; $10), Sinovac Biotech (50.38% a 91.25%; US $29.75) y Novavax
(89.3%; $16). Con eficacia informada por otras
vacunas están: Johnson & Johnson, 66% para prevenir el COVID -19 de
moderado a severo y 100% contra enfermedad severa después del día 49; se
requiere una sola dosis; CanSino Biologics, 65.7% frente a
casos sintomáticos y 90.98% para prevenir enfermedad severa. (https://covid19.trackvaccines.org/, https://rb.gy/cp2enm).
Con respecto
a la vacuna de Oxford – AstraZeneca hay información imprecisa. Sus
desarrolladores indicaron que con media dosis la eficacia fue del 90%, pero que
con las dos dosis bajó al 62%. La dosis baja fue ensayada en voluntarios de
menos de 55 años, por lo que no se sabe el efecto y conveniencia de aplicación
en los grupos de edad de 55 o más. Se ha sostenido en
Australia que con la Oxford - AstraZeneca no será posible alcanzar la
inmunidad de rebaño. (https://rb.gy/scyuk8, https://rb.gy/njf6zl).
Un amplio
sector de la opinión pública ha señalado que no ha sido muy afortunada la
gestión en Colombia para evitar la propagación de la enfermedad y para asegurar
el acceso pronto y oportuno a las vacunas. Hay hechos que demuestran las
fallas: A febrero 16 de este año 89 países en el mundo ya estaban
vacunando a sus ciudadanos. En América Latina: México 726.002,
Brasil 5.130.000, Argentina 606.245 y Chile 1.89 millones. En el mundo a
febrero 16 se habían aplicado 176 millones de vacunas, ni una sola en
Colombia. La cifra de contagios y de muertes en comparación con el resto del
mundo no deja al país nada bien parado: Al 19 de febrero de 2021, un día
anterior de la publicación de esta columna, el total acumulado confirmado de
infectados en el mundo era de 110.498.347 y el de muertes 2.446.015;
Colombia ocupaba el puesto 12 entre los países con más casos de infección y el
10 con mayor número de muertes; en las Américas sólo superada por Estados Unidos
y Brasil. (https://rb.gy/uk3jfb, https://rb.gy/ieawsq).
Optaron las
autoridades de salud de Colombia por la llamada iniciativa Covax de la
Organización Mundial de la Salud para acelerar el desarrollo, producción
y acceso equitativo a las vacunas y obtener mejores precios, pero muchos
países dentro de la iniciativa estaban a la vez negociando con los
fabricantes para recibirlas con prontitud. (https://rb.gy/tiemdh). Así, hoy se predice que Colombia estaría cubierta contra el
coronavirus sólo a finales de 2022, entre los últimos de América Latina,
a menos que se aprueben nuevas vacunas entre las más de 200 que están ahora en
estudios clínicos y pueda llegar al país un número mayor de dosis.
El 15 de
febrero llegaron al país 50.000 dosis de
Pfizer - BioNTech, cantidad en extremo reducida para los 61.5 millones de dosis
necesarias, según el gobierno, para vacunar 35.250.000 personas que representan
el 70% de la población. Son sólo 50.000 dosis cuando México, Argentina y
Brasil, como se anotó arriba, ya han aplicado cantidades sustancialmente
mayores. (https://rb.gy/ieawsq, https://rb.gy/lysawl). Chile ya ha vacunado a la fecha al 61% de las personas
mayores de 60 años. Espera el gobierno completar 1'159.000 dosis en febrero,
dos tercios de ellas (750.000) serán de la vacuna con más confusión sobre su
eficacia como lo es la de Oxford – AstraZeneca. No ha
ayudado mucho al gobierno el descuidado y nada cierto anuncio del desarrollo de
una vacuna contra el COVID - 19 a partir de plantas medicinales que hizo hace muy
poco la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación.
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