El Día de San Valentín: Una Celebración Cristiana de 1500 años de Antigüedad
El Día de San Valentín: Una Celebración
Cristiana de 1500 años de Antigüedad
Enrique E. Batista J., Ph. D.
La celebración del amor y la amistad no nos llega, como se dice con frecuencia, del país del norte. Igual que con Halloween la celebración es de la más fina estipe católica con antecedentes en una celebración pagana del muy antiguo imperio romano llamada lupercales y también lupercalias que se celebraba por tres días seguidos a partir del 15 de febrero, fecha cercana a la iniciación de la primavera, presidida por sacerdotes llamados lupercos o amigos de los lobos. Era una fiesta en honor de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba. Las lupercalias era un carnaval dedicado a la fertilidad. Siglos después la Iglesia creó la celebración del Día de San Valentín para acabar con la fiesta pagana.
Eran
fiestas llenas de licor y de mucha borrachera. Los jóvenes corrían por las calles
desnudos y las muchachas casaderas les daban garrote bajo la creencia de que
los volverían más fértiles y potentes. Parte de la celebración consistía en que
esas muchachas ponían en una jarra sus nombres, los jóvenes sacaban una boleta
y quedaban con licencia carnal durante la fiesta pagana, por un año hasta las siguientes
lupercalias, o más allá si congeniaban el uno con la
otra. No faltará quien, con ironía, diga: ¡Cómo se han perdido las buenas
costumbres!
En el
año 270 de nuestra era a un emperador romano, Claudio II, se le ocurrió la idea
de que los hombres casados eran malos soldados, razón por la cual les prohibió que
se casaran. El obispo Valentín de Terni contrarió la orden del emperador y
siguió casando a los hombres a escondidas. Enterado Claudio II de la
desobediencia a su mandato encarceló a Valentín. Éste en el presidio conoció a
la hija del carcelero, bella e inteligente, a quien además de enseñarle hechos
y verdades se enamoró perdidamente de ella. Valentín fue condenado a ser
decapitado un 14 de febrero y se sabe que antes de morir le hizo llegar a ella
una carta amorosa con la rúbrica: “De tu Valentín”.
Julia,
que así se llamaba la hija del carcelero, era ciega, pero por su fe en Dios y
con oraciones junto a Valentín, recibió el milagro de poder ver. Se dice que
ella plantó junto a su tumba un almendro de hojas
rosadas el cual existe todavía hoy; por ello se considera que los almendros son
el mejor símbolo de fe en Dios, de amor, cariño y amistad duraderos.
Eso
hace 1750 años. Como se ve, fue el mismo Valentín quien envió el primer mensaje
de amor un14 de febrero. Esa fecha quedaría definida como el “Día de San
Valentín”, para expresar amor y reconocimiento afectuoso a quienes amamos.
Como mártir fue elevado a la condición de santo, convirtiéndose rápidamente en
uno de los mártires con mayor devoción en buena parte de Europa. Hoy se celebra
ese día en un número grande de países donde se profesa la fe cristiana, así
como en Corea, Hong Kong y Japón, entre otros países de Asia. Hoy es una de las
fiestas cristianas con mayor celebración después de Navidad y Semana Santa.
Un par
de siglos después de ser decapitado, el Papa Gelasio I anuló la pagana fiesta
de los lupercales y ordenó que el 14 de febrero de cada año se celebrara
la fiesta de San Valentín como tributo y recuerdo de las virtudes cristianas
del amor, cariño y del afecto que debemos a nuestro seres queridos. Este Papa,
a la vez, lo proclamó patrono de los enamorados. Se acabaron los desnudos, pero
no los desenfrenos carnales y tampoco las borracheras. Siguió siendo una fiesta
para la fertilidad y el amor. (https://bbc.in/2uovs4p, https://n.pr/31GbAFU,
https://n.pr/2SvbXPw,
https://bit.ly/2tR38HC).
Para la
demostración en la fecha conmemorativa de los más sublimes sentimientos humanos
de amor se ha recurrido a esquelas, tarjetas postales y hoy a millones de
millones de mensajes, animaciones y videos por Internet y las redes
sociales. Y también al envío de flores y
chocolates como manifestación de amor. Si las lupercalias estaban
dedicadas a la fertilidad, el chocolate también. En esas fiestas paganas los
hombres solteros, corriendo desnudos, recibían impenitente azotadas, como se
anotó, en cualquier parte del cuerpo, en especial en la que suponemos, para
mejorar su fertilidad y fortaleza masculina.
También
el chocolate se asocia al erotismo y a la fertilidad. Se recuerda que el
conquistador español Hernán Cortés vio al cacique Moctezuma
de los Aztecas tomar, en recipientes de oro, una bebida oscura y espesa con un
sabor amargo. Indagaron él y sus soldados por la bebida que llamaban kakaw
y de manera lujuriosa preguntaron para qué servía. Fueron informados que con
esa bebida Moctezuma y su pueblo recibían bendición divina y éxitos con las
mujeres. Los nada pudorosos españoles, nada cortos y menos perezosos, empezaron
a beber la amarga y nada deliciosa bebida en cantidad excesiva. Con la
información de sus efectos la llevaron a Europa donde se generalizó su consumo.
El
botánico Carlos Lineo denominó al cacao “Comida de los dioses”, mientras
que los aztecas llamaban al chocolate “Alimento y regalo de los dioses”.
No podía faltar el enamoradizo Giacomo Casanova llamarlo “el elixir del amor”
y tampoco el bien sádico Marqués de Sade que lo apreciaba como un excelente
potenciador. El mismo Hernán Cortés dijo que una taza de
chocolate permitía a los soldados caminar durante un día entero sin comer. El
novelista español Benito Galdós expresó que: “Sin esta pasta frailuna -el
chocolate- no pueden vivir los españoles”, George Bernard Shaw, autor de Pigmalión,
premio Nobel de Literatura y laureado con un Óscar, se preguntó y respondió:
“¿Para qué sirven los cartuchos en la batalla? Yo siempre llevo en su lugar
chocolate”. De otra parte, el autor de “El Paraíso Perdido”, John Milton, señaló:
“Bioquímicamente, el amor es igual que comer grandes cantidades de chocolate”.
Y todos reclamamos: “Para mí las cosas claras y el chocolate espeso”.
En el
día de San Valentine sólo en los Estados Unidos se venden más de mil millones
de dólares en chocolates, en las más variadas presentaciones. De hecho,
consumir una barra de chocolate eleva las endorfinas, esas
bien llamadas “amigas del amor”, y crea la sensación de bienestar a la
vez que se gana en concentración. Estudiantes y deportistas lo usan, de manera
legítima, para ganar en relajación y concentración en el estudio o en el juego.
El
chocolate como afrodisiaco azteca, fuente de virilidad y de fertilidad, nada comparable
con las lupercalias aquellas donde para conseguirla los jóvenes desnudos
recibían azotes y garrotazos aun en el corazón mismo de la virilidad. Hoy el
asunto es más de chocolates y flores. ¡Algo ha cambiado el mundo!
El Día
de San Valentín tiene especial importancia para la economía colombiana. En
cuanto a flores, Colombia tiene cerca de 7800 hectáreas en las que se siembran
cerca de 1600 variedades. La floricultura es la décima línea de exportación del
país con más del 90% de la producción para la exportación en 2018 de cerca de 260.000 toneladas por un valor cercano a los 1500
millones de dólares, cifra que para 2019 se esperó que llegase a los dos mil
millones de dólares. En 2019 para
la celebración del Día de San Valentín se exportaron 600 millones de
tallos que en toneladas fueron 35.000. El sector floricultor genera más de
130.000 empleos formales. Colombia es el mayor exportador de
flores en el mundo seguido por Ecuador, Kenia y Etiopía, por lo que la
celebración en el mundo de la Fiesta de San Valentín representa un
activo muy importante para el país.
Y también,
como es obvio, se envían poemas, como estos de Gustavo
Adolfo Bécquer titulados “Volverán las oscuras golondrina” y “Amor
Eterno”:
Volverán
las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar:
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
podrá secarse en un instante el mar:
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
(El lector podrá ver el paralelo de
los bellos versos en la “Amor eterno,” en la segunda columna con otros de la
canción “De Rodillas” que interpretó el “Binomio de América”).
O también
estos, de mi autoría, en la canción “Corazón Sediento” grabada y cantada
por la profesora Marina Quintero de la Universidad de Antioquia:
Eres
luz en el espacio,
sol que
alumbra mi ternura,
a mi
corazón sediento
le das
agua con dulzura.
Tus mensajes
de cariño
cuando
me susurra el viento,
ese
deleite perdura
tu
belleza es mi contento.
A
Afrodita pediré
con
su belleza crecida,
que en
el cielo puedas ver
la
constelación perdida.
Cronos
que detenga el tiempo,
y no
llegue el amanecer,
que mi
corazón sediento
¡Ay!
tus mieles puedan beber.
Te digo
en mi canción
es
cierta la eternidad
con
fuerza mi corazón
siempre
contigo estará.
Soy tu
guía en la ternura
el
amor te lo demuestro
soy tu
amigo, confidente
también tu
amante y maestro.
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