Ambientes Sostenibles para Poder Vivir: El Informe Planeta Vivo

 

Ambientes Sostenibles para Poder Vivir: El Informe Planeta Vivo

Enrique E. Batista J., Ph. D.

https://paideianueva.blogspot.com/ 

«Lo que ocurra en los próximos cinco años determinará el futuro de la vida en la Tierra». – WWF


Para vivir en el planeta necesitamos mantenerlo vivo. Existen las condiciones, son conocidas las acciones que han propuesto, las cuales han sido reiteradas en abundancia con el fin de mantener vivo al planeta, preservando los ecosistemas, manteniendo la diversidad biológica y salvando a las especies vivas de las cuales depende nuestra propia existencia como especie.

El Fondo Mundial para la Naturaleza - WWF es una organización no gubernamental cuya misión principal es la conservación de la vida en la Tierra, con acciones y compromisos para detener la degradación de los ecosistemas, edificar un futuro en el que todos puedan vivir en armonía con la naturaleza «conservando la diversidad biológica mundial, garantizando que el uso de los recursos naturales renovables sea sostenible y promoviendo la reducción de la contaminación y el consumo desmedido». (https://www.wwf.org.co/). 

Entre sus acciones más destacables, la WWF publica cada dos años el «Informe Planeta Vivo». La décima quinta edición es la de 2024.  Este Informe se apoya en el «Índice Planeta Vivo», dirigido por La Sociedad Zoológica de Londres; su último Índice fue publicado en octubre de 2024. (https://shorturl.at/F9uUP, https://shorturl.at/r8RU2). Este Índice refleja el estudio del estado de la biodiversidad en el planeta tras analizar cerca de 35.000 tendencias poblacionales de cerca de 5.500 especies de mamíferos, aves, reptiles, peces y anfibios. Para 2024 el Índice informa una disminución promedio del 73% en las poblaciones de la vida silvestre desde 1970 a 2020. 

Para precisión interpretativa de ese porcentaje, el informe técnico recomienda poner énfasis en la palabra promedio; ya que el 73% no se refiere al número de especies o individuos estudiados, tampoco al número de extinciones.  No significa que dos tercios de las poblaciones estudiadas estén disminuyendo. De hecho, la mitad está disminuyendo; la otra parte ha estado aumentando (43%) o estable (7%). 

Se destacan como los factores que más afectan de modo negativo a la biodiversidad son la pérdida de hábitats, la explotación directa asociada a la deforestación, la caza y la sobrepesca, y los impactos que sobre el ambiente tiene la producción de alimentos. 

América Latina y el Caribe muestran el porcentaje más grande de pérdida, con un 95% entre 1970 y 2020, debido principalmente a desforestación, la ampliación de la agricultura a costa de bosques, sabanas y humedales; a estas se agrega la caza, incluida la furtiva. África tiene un porcentaje de 76%, América del Norte del 39%, Europa y Asia Central del 35 % y Asia - Pacífico del 60 %. 

El «Índice Planeta Vivo», se concibe como un conjunto de información necesaria para todos, a guisa de indicación temprana del riesgo de extinción. Da a conocer el estado de salud de los ecosistemas y los factores que los amenazan. Los ecosistemas saludables son la base de la adquisición de los requeridos alimentos, el agua potable y el almacenamiento de carbono, «para un clima estable hasta las contribuciones más amplias que la naturaleza hace a nuestro bienestar cultural, social y espiritual». 

El Índice es un espejo en dónde podemos mirarnos de manera periódica para darnos cuenta de cuáles recursos de la naturaleza, que apoyan la vida en el planeta, se gastan a una velocidad alarmante, y poder ser consciente que en el modo económico actual la naturaleza tiene un valor cercano a cero y que sus recursos se explotan de modo insostenible, afectando los ecosistemas y produciendo cambios perjudiciales en el clima. 

El continuo deterioro de esas condiciones crea amenazas a los recursos que son vitales para la vida en la tierra y, por lo tanto, causaría una desestabilización de las sociedades en todo el mundo. «Cuando estos impactos alcanzan un determinado umbral, el cambio se autoperpetúa, dando lugar a un cambio sustancial, a menudo abrupto e irreversible. Esto se denomina punto de inflexión», punto de no retorno a gran escala, con daños grandes y acumulados que se tornan irreversibles. Sus perturbadores efectos nocivos se anticipan ya con la destrucción de los arrecifes de coral, la deforestación de la selva amazónica, el deshielo de los polos, de los glaciales y del permafrost.  (https://shorturl.at/dNhiu). 

Se reconoce en el Informe que las acciones de los países para detener estos perturbadores hechos son insuficientes y han carecido de suficientes recursos económicos. En el índice se reconoce que: Más de la mitad del PIB (55 %), depende del uso de recursos naturales. Las zonas protegidas, claves para la conservación de los ecosistemas, cubren sólo el 16 % de las tierras del planeta y el 8 % de los océanos, muchas con modos de gestión no apropiados. Resalta también el Informe que es preciso reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, que no alcanzan a ser consumidos, pérdida que se calcula que entre el 30 y el 40 % de todos los que se producen en el mundo. (https://shorturl.at/bxcZR, https://shorturl.at/UcGUi).   

El «Índice Planeta Vivo» trae una edición especial para la juventud, que para efectos de la organización que lo produce, se dirige a la población entre 11 y 17 años, lo cual bien corresponde con la etapa de estudios de bachillerato, grado 6 y superiores. Es un documento de 20 páginas que, además de describir que es el «Índice Planeta Vivo», tiene un enfoque didáctico claro, acompañado de muy buenas ilustraciones, el cual bien puede ser tomado como guía o fundamento para variadas acciones por maestros y adultos para formar a los jóvenes en la preservación de los recursos de la naturaleza, evitar los puntos de inflexión, impedir la sexta extinción masiva en la historia del planeta y,  sobre todo, asegurar para las presentes y futuras generaciones un planeta saludable. (https://tinyurl.com/4jryyrf4). 

Bien se anota en el informe para adolescentes que, en los esfuerzos para poseer y preservar un planeta más saludable, son necesarios procesos educativos bien fundamentados que lleven a todos a ser responsables de tomar decisiones esenciales frente a un futuro ya bastante cercano. «Nuestra participación en los esfuerzos de conservación es clave para un futuro sostenible porque aportamos perspectivas únicas e ideas innovadoras para abordar los desafíos que enfrentamos».  Se le presentan al adolescente opciones para soluciones sostenibles: conservación inclusiva (para que ninguna persona se quede por fuera de las soluciones), producción sostenible de alimentos, empleo de energía verde y creación de una economía verde. 

Se resaltan, resaltando los impulsores del cambio, los seis elementos de base para la formación de los adolescentes para comprender la pérdida de biodiversidad: Pérdida/degradación del hábitat, sobreexplotación de los recursos naturales, contaminación, cambio climático, especies invasoras y enfermedad. Esta guía para adolescente, además de presentar recursos de aprendizaje, que bien pueden utilizar tanto los maestros como los mismos alumnos, señala también lo que estos pueden hacer por el planeta, destacando: Análisis y cambios en los hábitos personales, promoción de prácticas ecológicas en la escuela, liderazgo, iniciación de proyectos comunitarios y utilización del poder de los medios digitales.

 

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Estrategias de Aprendizaje STEAMS para un Nuevo Modelo Educativo

El 11 de Noviembre se Conmemora la Verdadera Independencia de Colombia

La Resistencia a la Innovación en Educación