Fomento y Protección a la Profesión de los Maestros

 

Fomento y Protección a la Profesión de los Maestros

 Enrique E. Batista J., Ph. D.

https://paideianueva.blogspot.com/

 

En 2024, la Secretaría General de las Naciones Unidas publicó un trabajo denominado «Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente del Secretario General de las Naciones Unidas. Recomendaciones y Resumen de las Deliberaciones. Transformar la Profesión Docente».

Los miembros del Grupo de Alto Nivel afirmaron que la única manera de mejorar la calidad de la educación es invertir continuamente en los maestros, fomentar su autonomía profesional, comenzando por la educación inicial de ellos y continuando a lo largo de su carrera. Con el fin de tornar en una clara realidad el debido rol de los maestros, son necesarios nuevos modelos de formación y de desarrollo profesional. Se resalta que compete a las organizaciones de los maestros y a los estudiantes tomar la iniciativa para exigir procesos formativos de calidad.

Alguna consideración inicial sobre este informe es menester presentarla. La expresión léxica «profesión docente» tiende a ser imprecisa en su connotación, llegando a esconder u oscurecer al actor principal de dicha profesión, el maestro; aquel que tiene como profesión liderar procesos formativos de niños y jóvenes. Con el adjetivo «docente» pueden ser desposeídos de sus más ricos atributos, ya que quien se asume como maestro no agota su labor profesional en la docencia. Por ello, prefiero la denominación de la «profesión del maestro». La singularidad especial de ser maestro no se puede esconder detrás de la genérica e imprecisa denominación de «profesión docente»; esta profesión tiene maestros, con profunda riqueza interior que anima todo sus esfuerzos pedagógicos para cumplir a cabalidad su insustituible labor social para el mejorestar y el progreso de las nuevas generaciones. No hay que esconder al maestro, hay que abrirle el espacio para que sea visible y reconocible socialmente; el análisis del maestro, sólo desde la función docente, deja de lado al cuerpo y alma del ser maestro.

El Grupo de Alto Nivel organizó sus discusiones en torno a seis imperativos esenciales que consideró pertinentes para el futuro de la profesión: 1. Humanidad. 2. Dignidad. 3. Equidad, diversidad e inclusión. 4. Calidad. 5. Innovación y liderazgo. 6. Sostenibilidad. Se consideraron cuatro retos que enfrentan la profesión: El déficit de maestros, la carencia de oportunidades para el avance profesional de ellos, el bajo estatus y condiciones de trabajo precarias, y la dificultad que tienen para desplegar el liderazgo, la autonomía y la innovación. El lector puede encontrar la versión en español aquí: https://tinyurl.com/5dza8kf8.

Se reconoce en el documento que los maestros son el pilar central de todos los sistemas educativos de calidad, y que para transformar la educación es esencial redefinir la manera como las sociedades los consideran y valoran. El Grupo toma con alarma nota de la persistente y creciente escasez de maestros en todo el mundo; escasez que se ve exacerbada por la continua rotación y deserción, la utilización de personal subcontratado y no calificado para cubrir el déficit, la falta de oportunidades de desarrollo y de apoyo profesional, las impropias condiciones de trabajo, los salarios inadecuados, y las enormes dificultades a las que se enfrentan aquellos que trabajan en ambientes de crisis y de violencia. Todos estos factores alejan a los jóvenes con talento para querer ser maestros; recurso humano esencial para poder preparar a los alumnos para la ciudadanía, la vida,  el trabajo, la convivencia pacífica y para la sostenibilidad del planeta y de sus comunidades.

Esas consideraciones se aplican, en la medida en que sean pertinentes, a todos los niveles y modalidades de educación. Los gobiernos, además de invertir con firmeza sostenible en los maestros, tienen también la obligación de garantizar de manera efectiva el derecho al trabajo y su cualificación, proteger la libertad sindical y demás libertades que se consagran alrededor de la labor que ellos desempeñan. Se sustenta en el informe que el aprendizaje debe basarse en los principios de cooperación y solidaridad, mas no en la exclusión y en la competencia individualista. Con la idea de desarrollar políticas y acciones encaminadas a promover la equidad, la diversidad y la inclusión, atención especial debe prestarse para que los grupos vulnerables y marginados reciban apoyo para formarse como maestros y permanecer como tales en la profesión.

Una educación de calidad no es posible sin financiación adecuada. Sugiere el Grupo de Alto Nivel, que debería asignarse al menos el 6 % del producto interno bruto y el 20 % del total del gasto público en la financiación de la educación pública.  El reconocimiento y la dignidad de los maestros tiene que ser protegido, con lo que se garantizaría contar con maestros debidamente calificados, con salarios competitivos y prestaciones sociales, igualmente competitivas, frente otras profesiones con requisitos de formación similares; tienen que ser maestros con apropiados incentivos, oportunidades de formación, de desarrollo profesional continuo, acceso gratuito a materiales de enseñanza y de aprendizaje de calidad y actualizados. En la misma dirección, es prioritaria la calidad de la formación inicial de ellos, financiada con fondos públicos y también por medio de estipendios y de otros incentivos monetarios y no monetarios.

Las condiciones de trabajo tienen que estar asociadas a la promoción de la salud mental y al bienestar integral de los maestros como condiciones necesarias para el trabajo digno en entornos de aprendizaje eficaces. Estima el Grupo de Alto Nivel que los gobiernos deberían iniciar la eliminación en forma gradual de la utilización de maestros subcontratados y la contratación de personas no calificadas para cubrir los déficits.

Dada la crisis ambiental planetaria, corresponde a los maestros apoyar el desarrollo de las habilidades de pensamiento,  el aprendizaje independiente y el colaborativo y la habilidad para resolver problemas. Del mismo modo, compete a ellos liderar la preparación de los alumnos, como formación transversal, desde preescolar hasta la educación superior, en el desarrollo sostenible y, con énfasis especial, para que lleguen a ser ciudadanos globales, responsables en sus propias comunidades, promotores de una cultura de paz, de los derechos humanos y el entendimiento y práctica de la justicia social.

Para tales propósitos formativos, los maestros, en ejercicio de su autonomía, pueden seleccionar y aprovechar pedagógicamente las tecnologías digitales como fuerza transformadora de la educación, bajo los principios del aprendizaje activo, del desarrollo de las habilidades socioemocionales y de la creación de entornos escolares diversificados según las necesidades cambiantes del medio social y cultural de los estudiantes.  La garantía de conectividad, de modo gratuito para maestros y alumnos, es una condición fundamental para asegurar procesos exitosos de enseñanza y de aprendizaje. Es obvio que unos y otros requieren estar debidamente cualificados para emplear los recursos digitales, reconociendo su importancia a y limitaciones, así como las implicaciones éticas que algunos, aplicados de modo indebido, puedan tener. Es importante que los contenidos digitales, tanto para la enseñanza como para el aprendizaje, no estén a cargo de empresarios en el mercado, sino que, señala el Grupo de Alto Nivel, deben ser considerados como bien público global de acceso abierto.

La dignidad del maestro y de su profesión, agrega el Grupo, está estrechamente ligada a las condiciones que propician su humanización, a los entornos de enseñanza y aprendizaje dotados de los recursos suficientes, y adecuada habitabilidad escolar. La sostenibilidad en la educación implica el funcionamiento efectivo y equitativo de servicio educativo gratuito, con una fuerza de trabajo de maestros amplia, calificada y diversa, que pueda mantenerse en el tiempo.

Se estiman como esenciales para la sostenibilidad de la profesión del maestro y para superar la escasez actual, tener cargas de trabajo manejables, evaluaciones formativas, autonomía y capacidad de acción con acceso a oportunidades de formación y de desarrollo, con activa participación en las decisiones que sean esenciales para dicha sostenibilidad. Garantizar la rendición periódica de cuentas es una característica significativa e importante del mantenimiento de normas profesionales sobre los maestros y de los procesos formativos para alcanzar tanto resultados de calidad como alto estatus profesional, resaltó el Grupo de Alto Nivel de la ONU.

 

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