Todos Estamos en Riesgo: Los Principales a Uno y a Diez Años
Todos Estamos en
Riesgo: Los Principales a Uno y a Diez Años
Enrique E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
Todos estamos en riesgo, como lo está la democracia, la salud, la
naturaleza, las especies vivas, la educación, la seguridad alimentaria, el
trabajo digno y estable, y el deseo de vivir en una sociedad pacífica. Sobre
esos riesgos subyacen: El cambio climático (que muchos todavía no lo consideran un riesgo presente, inmenso y avasallador, y otros
tantos lo niegan), conflictos generalizados alrededor del mundo, tensiones
geopolíticas, agotamiento de los recursos naturales renovables, enfermedades, medio
ambiente contaminado en las ciudades y en los campos, agotamiento o
contaminación de las fuentes de agua, desarrollo tecnológicos mal empleados, falta
de certeza económica y de un futuro estable y promisorio para cada uno, pero,
en especial, para los niños y jóvenes.
Los principales riesgos que enfrentamos son presentados anualmente en los
informes globales de riesgos. Detallaremos a continuación algunos de esos
desafíos a los que estamos enfrentados todos ante los cuales tenemos que
adquirir conciencia y superar la pasividad con miras a evitar que lo que apenas
es un riesgo, de posible control o evitación, se convierta en una realidad
destructiva y nos atormente a todos por siempre.
Este año ya ha circulado el «Informe Global de Riesgos»
en su décima novena edición, publicado por el Foro Económico Mundial.
(El lector puede encontrarlo aquí: https://tinyurl.com/5bendc9e). El análisis para 2024 se centra alrededor de cuatro
fuerzas estructurales que darán forma a la materialización y manejo de los
riesgos globales en la próxima década: 1. Trayectorias asociadas al
calentamiento global y a sus consecuencias. 2. Cambios en el crecimiento
y estructura de la población mundial. 3. Desarrollo de las tecnologías digitales.
4. La evolución de la concentración del poder geopolítico.
Se acota en el Informe que a medida que los riesgos ambientales están al
punto de no retorno, surgirá mayor polarización política en las sociedades y
dificultades en el crecimiento económico. Se acompañan estos riesgos con la
mala información o la desinformación en los campos sociales y políticos,
acrecentada con el uso impropio de la inteligencia artificial. A estos eventos
se suman: Los incrementos en el costo de vida, los ciberataques, los conflictos
congelados, pero que tienen los riesgos de explotar en el corto plazo, y el uso
de los avances tecnológicos, incluida la inteligencia artificial generativa,
por fuerzas, tanto no estatales como estatales (para tener acceso amplio a datos
y a modos de desarrollar nuevas herramientas de disrupción y conflictos,
incluyendo el malware y las armas biológicas). En este contexto, la línea de
separación entre el Estado, el crimen organizado, las milicias privadas y los
grupos terroristas se volverán irreconocibles, fortaleciendo el ciclo de
conflictos, fragilidad, corrupción, crimen, y actividades económicas ilícitas,
tal como se resalta en el Informe.
Este Informe presenta riesgos globales a uno, dos y diez años. En lo concerniente a riesgos a un año se
enfatizan los siguientes ocho principales (de 20): Temperaturas extremas,
información malintencionada y desinformación, polarización social y política,
costo de vida, ciberataques, estancamiento económico, interrupción de las cadenas
de suministro de bienes críticos y de recursos, y el escalamiento o surgimiento
de conflictos armados interestatales.
En la previsión de riesgos globales
en los próximos dos años, se priorizaron, en orden, las siguientes: Información malintencionada y desinformación, falta de
confianza en las elecciones, redefinición de lo que es verdad (la que puede
usarse como una fuerza de disrupción social y también de control por
autoridades locales), condiciones climáticas extremas, polarización social, ciberinseguridad,
conflictos armados interestatales, falta de oportunidades económicas,
inflación, migración no voluntaria, estancamiento económico y contaminación
ambiental.
En los riesgos globales a 10 años, se resaltan como centrales, y en su
orden: Eventos climáticos extremos, cambio crítico en los sistemas terrestres, pérdida
de la biodiversidad y colapso de ecosistemas, escasez de recursos naturales, información
malintencionada y desinformación, resultados adversos por el empleo de las
tecnologías de inteligencia artificial, migración involuntaria,
ciberinseguridad, polarización social, y contaminación ambiental.
En cuanto a los principales riesgos globales, a 10 años, cuando se abordan
desde la perspectiva de conciencia pública y de la educación, se anotaron los
siguientes: Polarización social, erosión de los derechos humanos, condiciones
críticas de salud, censura y supervigilancia estatal o privada, enfermedades
infecciosas, resultados adversos de las tecnologías de la inteligencia
artificial, violencia interestatal, ausencia de cualificación laboral apropiada,
y contaminación ambiental.
En translocación constante están las normas y la inversión en desarrollo
humano y en resiliencia. Por ello, en el «Informe Global de Riesgos» de
2024 se formula la pregunta de si acaso ya llegó el final del
desarrollo, con su énfasis en el progreso
humano, la prosperidad y movilidad económica. La alteración profunda de los
mercados laborales llevaría a ampliar la inequidad y dejar a sectores amplios
de la población en el desempleo y sin recursos a económicos para vivir con
dignidad.
Entre las recurrencias en el
Informe de 2024, es necesario reiterar los omnipresentes riesgos que
crea el cambio climático, la redefinición de lo que se debe entender como
verdadero, los usos impropios que se hacen, y se podrán seguir haciendo, de
algunos desarrollos tecnológicos, en especial los derivados de la aplicación de
la inteligencia artificial, los conflictos generalizados en el mundo y la
migración forzada e involuntaria por condiciones de vida o inestabilidad
política. Se reiteran, a la vez, las noticias falsas con el inmenso riesgo para
el buen nombre, la difamación, para el engaño que entorpece la comprensión fidedigna
de la realidad y la distorsiona a favor de vertientes ideológicas, aprovechando
el descuido, el entusiasmo ante el esplendor de nuevas tecnologías, así como la
actitud débil de los cibernavegantes. Estamos en un contexto global de afectación
negativa para todos, en especial de los más débiles y vulnerables.
Se agregan a estos riesgos, los cada vez más abundantes,
abusivos y destructores «deepfakes» (alteración manipulada y
distorsionada digitalmente de la imagen de alguien con nivel de precisión tan
alta que resulta difícil notar la manipulación), facilitados ahora por las aplicaciones
de la inteligencia artificial generativa y las redes neuronales generativas
antagónicas.
No se puede, en este mundo
de riesgos globales, desconocer que los niños, como población altamente
vulnerable, están en peligros crecientes. Uno de ellos es el denominado «sharenting»
(de «share» = compartir y «parent» = padre), referido a la
generalizada costumbre de los padres de circular en redes sociales y en la Web
las fotos e información específica de sus hijos. Una vez en esos incontrolables
ambientes digitales, de manera inmediata, y por siempre, estarán ellos sujetos
a albures imposibles de controlar, ya que se pierde el control de lo que se
circula.
Pero, no sólo el software y
diversas plataformas digitales incrementan los riesgos globales; también, con
efectos crecientes, los crea el hardware. Los desechos electrónicos, incluida
una variedad amplia de baterías, afectan la salud de todos los seres vivos con
sus persistentes contribuciones al deterioro de los ecosistemas producidos por
sus peligrosos componentes tóxicos. (https://tinyurl.com/4paznzzz).
Gravísimo es más aún que los seres humanos, que ni siquiera han nacido, tienen
ya un riesgo altísimo. Distintos estudios recientes han mostrado que las
mujeres embarazadas expuestas a calor excesivo (superiores a 39.5°
C), en su vida cotidiana o en el trabajo,
tienen riesgos muy altos de tener hijos que nazcan con defectos tales como
malformaciones del cerebro o de la médula espinal, el aborto espontáneo, nacimiento
prematuro o deficiencias en peso y talla, entre otros. (https://tinyurl.com/223vavt2).
Niños, jóvenes y fetos: Los más vulnerables.
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