La Democracia: Un Bien Muy Escaso, Cada Vez Más Escaso
La Democracia: Un Bien Muy Escaso,
Cada Vez Más Escaso
Enrique
E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
Vivir en una democracia es un bien supremo. Es una
construcción de la humanidad para organizar las relaciones entre los seres
humanos, los modos de producción para asegurar salud y supervivencia y la construcción y preservación de la valía de
las culturas y del patrimonio de saberes que de ella se derivan. La democracia
es una construcción colectiva, acordada para derrotar al despotismo, para que las decisiones fundamentales sobre
vida y obra de los ciudadanos estén en manos de ellos y de sus organizaciones,
con la meta común de construir y
consolidar una sociedad organizada que valore los derechos de todos y haga
explícitos los deberes que se deben cumplir para alcanzar la convivencia
pacífica y el progreso colectivo mediante la expedición de normas o leyes que
regulen adecuadamente las relaciones entre los humanos y también de estos con
la naturaleza. La democracia es requisito esencial para alcanzar el bien común,
para lo cual los ciudadanos están en la obligación de organizarse, participar y
decidir colectivamente según las normas que dicta la misma democracia.
Como construcción humana, la
democracia como forma de gobierno de las naciones no fue el resultado de
acciones premeditadas en medio del sosiego y de
momentos de paz y tranquilidad. Su consolidación, como forma de gobierno
de valía universal, ha estado acompañada de acciones, con frecuencias cruentas,
mediante las cuales grupos ciudadanos se opusieron al despotismo, al dominio de
los poderosos sobre la gente del común, supuestamente débiles. Ella también representó, y representa hoy,
una forma de superar la esclavitud en todas y cada una de sus formas.
Entonces, la democracia no es un
don de las divinidades sino, como se indicó, el resultado de una conquista para
el mejorestar colectivo. Si la libertad es un bien supremo, así mismo lo
son, y con mayor razón, la vida y la
búsqueda de la felicidad en sociedades igualitarias y de armónicas relaciones
entre sus miembros; búsqueda de la felicidad que no es compatible con
ninguna forma de esclavitud o de
subyugación.
En la democracia se garantiza una
educación de calidad para todos, el acceso libre al conocimiento fidedigno, así como a la
producción y goce de las manifestaciones culturales. Permite la democracia la superación de las ideologías que subyugan la
libertad de pensamiento y de acción. Por ello, la educación, como derecho
fundamental, está en la base de la construcción de sociedades democráticas. El
reconocimiento de que la ignorancia colectiva,
la manipulación de opinión pública, y la distorsión de la verdad y del
conocimiento, alejan la posibilidad de genuinos regímenes democráticos, los cuales
representan una amenaza para el tirano. La educación en todas sus formas
y en todos sus niveles está instituida para garantizar y alcanzar los fines
supremos de la democracia.
La marginación de la educación y
la ignorancia conducen a gobiernos autoritarios y a democracias débiles. Debe
ser evidente a todos que una persona analfabeta no podrá ejercer sus derechos
ciudadanos ni participar activamente y a conciencia en una sociedad
democrática. La ignorancia consentida e infligida a muchos es dicha para el dictador. Además, es bien
conocido que si una persona no ha completado, al menos, educación secundaria de
calidad, tampoco podrá ser un ciudadano pleno, ejercer o reclamar sus derechos o
comprender a cabalidad la obligación de los deberes consigo mismo, con los
demás, con la sociedad en general y con la promoción y defensa de gobiernos
democráticos.
Con la libertad de acceso al
conocimiento se puede entender mejor la naturaleza de los derechos y deberes
que consagra un Estado democrático. De otra parte, en esta sociedad
informatizada, si no se garantiza el derecho al acceso libre a la información y
al conocimiento y si no se forman a los ciudadanos en el reconocimiento de
información distorsionada o mal intencionada, estaremos con sociedades de democracia
débiles, con ciudadanos marginados debido a la ignorancia y la falta de acceso libre al conocimiento y a los medios materiales y
tecnológicos con los que éste se adquiere. Como
señaló, la libertad está en la base del ejercicio democrático y de
gobiernos que lo sean.
Con frecuencia se asume que la
democracia se reduce al ejercicio del voto, pero como bien se sabe, hay
sociedades regidas por gobiernos elegidos por votación que no son democráticos
ni garantizan los derechos de los ciudadanos a vivir en una sociedad próspera y
pacífica regida por los valores supremos
de un Estado Social de Derecho. Con las convocatorias a elecciones se pueden aparentar y no
satisfacer los criterios de una genuina democracia, como son: Un sistema político multipartidista con un ambiente competitivo; elecciones
libres y justas; Estado transparente,
abierto, que respete las leyes y
comprometido con la transferencia pacíficas del poder; medios de
comunicación libres del control o de la influencia del gobierno; amparo de las
libertades civiles y a los derechos políticos de todos los ciudadanos, sean
mayoría o minoría; distintos segmentos de la población participan en los
procesos políticos con un conjunto de derechos políticos absolutos; las
mujeres, grupos minoritarios y otros tradicionalmente están bien representadas
y tienen protección por normas legales
contra la discriminación. (https://rb.gy/uxo1m).
Cada año «The Economist
Intelligence Unit»t realiza una clasificación de 167 países con su respectivo índice de
democracia en su «The Global State of Democracy Report: Understanding
the Global Scenarios» mide la
democracia mediante cinco categorías y
60 indicadores (https://thegeopolitics.com/
https://rb.gy/3c2g2): Proceso electoral y pluralismo; cultura
política; participación política; funcionamiento del gobierno, y libertades
civiles. Los países son clasificados en tres categorías: democracia
plena, democracia imperfecta y ausencia de democracia. Se
destacan de ese informe lo que sigue.
·
Dos tercios de las personas viven con gobiernos autoritarios; en 2021 era ligeramente superior a un tercio (el 37%); 6.4% disfrutan de democracia plena, lo cual muestra un pronunciado declive con respecto a
2010.
·
De 167 países, 74 de ellos, o sea el 44%, vio
caer su puntaje en la democracia. Se afirma que hay más degradación que
democratización.
·
Existe tanto retroceso como estancamiento de la democracia en todo el
mundo. Ella está bajo ataque en todo el mundo, afectada por: la pandemia del
coronavirus que impulsó y justificó medidas autocráticas tales como las limitaciones a las libertades civiles, la inflación, guerras, migraciones, precios de los alimentos y de la energía, fenómenos climáticos destructivos, corrupción,
discriminación abierta y soterrada a grupos específicos y minoritarios.
·
Otros
factores que la han afectado son: uso de redes sociales para confundir a los
electores, manipulación física y electrónica de resultados electorales, clientelismo,
campañas sucias y virulentas, incumplimiento de compromisos programáticos, alteración del equilibrio de las ramas del poder
propio de las democracias plenas, control de los gobiernos por poderosas
empresas económicas, deterioro de la libertad de expresión y de la libertad académica, poca resistencia frente
a la autocratización, empleo de las fuerzas represivas de
los regímenes autoritarios. (https://v-dem.net/). Algunos de los
últimos avances en inteligencia artificial también pueden debilitar las
democracias.
·
Más
de la mitad de los países vieron sus índices de democracia estancados o en retroceso. Europa, en general, fue la excepción. Noruega tuvo el índice más alto, con la mejor democracia,
seguida por Nueva Zelandia, Finlandia, Suecia e Islandia, mientras que
Afganistán es el último.
·
Entre los países menos democráticos están: Siria,
la República Democrática (sic) del Congo y Corea del Norte. En general, el Medio Oriente
y los países de África tuvieron los
puntajes más bajos en las categorías medidas de la democracia.
·
La mayor caída en el índice de democracia desde 2016 se dio en Latinoamérica
y el Caribe.
· En América Latina, Costa Rica y Uruguay puntúan
como los más altos en el índice, mientras que en el otro extremo están Venezuela,
Nicaragua y Cuba.
· El puesto, entre 167, de algunos otros países de
América Latina, fueron: Chile 24, Brasil 45, Colombia 54, República Dominicana
56, Perú 69 y México 85.
· India (puesto 46) y los Estados Unidos (puesto 26), tienen democracias imperfectas, ya que por condiciones y dificultades internas, se han afectado sus progresos democráticos. (https://rb.gy/jb0cs, https://rb.gy/1rd9i).
Existe, entonces, un retroceso acentuado en la vida en democracia en todo el mundo. Si, como se ha firmado, se observa hoy más degradación y mucho menos democratización, se precisa reiterar que la democracia es un bien común, un patrimonio de la humanidad y no un don de las divinidades o un objeto inmaterial para ser poseído por algunos poderosos, sino que es el resultado de conquistas ciudadanas para el mejorestar colectivo.
Si la libertad es un bien
supremo, así mismo lo son, y con mayor
razón, la vida y la búsqueda de la felicidad en sociedades democráticas,
igualitarias y de solidarias relaciones entre sus miembros. La búsqueda para alcanzar la felicidad no es
compatible con ninguna forma de
esclavitud o de subyugación.
La democracia es requisito
esencial para alcanzar el bien común, para lo cual los ciudadanos están en la
obligación de organizarse, participar y decidir colectivamente, según las
normas que dicta la misma democracia.
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