La Hora del Planeta: Cuidarlo para Salvarnos Todos de la Extinción
La Hora del Planeta: Cuidarlo para Salvarnos Todos de la
Extinción
Enrique
E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
«Si todos los animales fueran exterminados, el hombre también perecería entre una enorme soledad espiritual» - Gran Jefe Piel Roja Jefe Indio Seattle en 1854.
Si no cuidamos
el planeta y tampoco eliminamos los
gases de efecto invernadero, nos avocamos, sin remedio, a una extinción masiva
de las especies vivas, incluidos nosotros los humanos-
Otra vez, es
este mes de marzo, es «La Hora del
Planeta». Retomo algunas ideas
expresadas antes en algunos de mis
artículos, entre ellas el hecho cierto que debe conmover la conciencia de todos
porque con nuestra vida en el planeta
estamos jugando un tiempo suplementario. El Gran Jefe Piel Roja, Seattle, en
carta dirigida en 1854 año presidente
Franklin Pierce, de los Estados Unidos, bien le señaló que: «el daño que le estamos haciendo hoy al planeta lo padecerán
las generaciones futuras, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos si
antes, por culpa y omisión nuestra, no acabamos extintos como especie… La tierra debe
ser respetada. Enseñen a sus hijos lo que los nuestros ya saben, que la tierra
es nuestra madre. Lo que la tierra padezca será padecido por sus hijos». (https://rb.gy/6peiav).
También es
preciso recordar que nuestra supervivencia en el planeta depende de una pequeña
y dulce criatura de Dios, la abeja, no sólo nos dan su miel, sino que son
esenciales para mantener la biodiversidad en el planeta y la producción de
alimentos.
La
extinción hoy es una posibilidad altísima
que debemos considerar todos los humanos. No seremos lo primeros humanos en
quedar extintos. En el pasado, varias de las especies de humanos se han
extinguido, entre ellas, las de los Neandertales y Denisovanos.
Uno de los
hechos que los niños y jóvenes de la Generación 8G enfrentarán es la sexta
extinción masiva en la historia de la Tierra.
En la tercera de ellas, hace 251
millones de años, se extinguió el 95% de la vida terrestre, denominada la extinción del período
geológico Pérmico-Triásico; ha sido la extinción masiva mayor. En la cuarta, hace 210
millones de años, se extinguieron muchos vertebrados, permitiendo el
surgimiento de los dinosaurios. En la siguiente, y última hasta ahora, (hace
65 millones de años) se extinguieron los dinosaurios y el 18% de los vertebrados, así como otra variedad
amplia de animales terrestres y marinos,
llegando en su conjunto a la mitad de los seres vivos; todo animal de más de 20
kilogramos desapareció. Esas cinco extinciones masivas ocurrieron
por violentos cambios climáticos, intensa actividad volcánica, elevación del
nivel del mar y por meteoritos inmensos.
Se ha dicho que las especies siempre se
extinguen; los humanos no somos la excepción, como se ha indicado. En efecto: «Las
especies se extinguen todo el tiempo. Los científicos calculan que por lo menos
el 99.9 por ciento de todas las especies de animales y plantas que alguna
vez existieron ahora están extintas».
(https://rb.gy/kncwl7, https://rb.gy/tl88u1).
Ya traspasamos
la puerta de entrada a la sexta extinción masiva, ahora de origen antropogénico
(creada por acción de los humanos sobre
el planeta); la mitad de las especies vivas hoy se extinguirán
antes de cien años: Entre ellas, un
tercio de los anfibios, una cuarta parte
de los mamíferos, cerca del 15% de las aves
y dos tercios de las plantas. A lo que se agrega la consideración de los
cambios en los diferentes ecosistemas, mutaciones en los genes, reducción en la diversidad genética de
productos agrícolas, disminución en el
tamaño de distintas especies, surgimiento de nuevos patógenos, reducción de
selvas y praderas todo lo cual significa
un futuro difícil para los humanos. (https://rb.gy/k6wkkj,
https://rb.gy/kcaqz4).
Algunos de los
impactos en América Latina y el Caribe lo ha señalado el profesor Eduardo Uribe
Botero, quien destaca la afectación a cuántos
tipos de bosques, arrecifes y humedales existen, la disminución del tamaño de
anfibios y mamíferos acuáticos, extinción de
reptiles, tortugas y ranas, extinción de especies controladoras biológicas
de plagas que afectarían los sistemas agrícolas; se anticipa que, con el calentamiento global,
en unos cuantos años algunas especies de cocodrilos sólo producirán machos; se
prevé también variaciones en la distribución de algunas especies,
afectación de los ecosistemas de páramos lagunas y bosques altos
andinos, reducción en los rendimientos de
la producción agrícola esenciales para la alimentación humana y de animales,
así como reducción en la oferta de bienes y servicios que distintos ecosistemas
aportan a la sociedad. (https://rb.gy/soka9v).
En Suramérica,
4.445 especies se encuentran amenazadas, y en el caso de Colombia, un país
reconocido por su amplia biodiversidad,
esa cifra es de 1.203 especies: 173 en peligro crítico, 390 en peligro y
640 vulnerables. (https://rb.gy/jpyypa). La «Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza -UICN», presenta la siguiente información
basada en sus estudios científicos: el 28% de las especies estudiadas están amenazadas
de extinción; entre ellas, el 41% de los anfibios, el 27% de mamíferos, el 34% de las coníferas, el 13% de las aves, el 37% de los tiburones y rayas,
el 36% de los arrecifes de coral (recuérdese
que son especies vivas y no rocas), crustáceos 28 %, reptiles 21% y cícadas
(una familia de plantas) 69%. (https://www.iucnredlist.org/es/)
«La Hora del
Planeta» se celebra el último sábado de cada mes de marzo, alrededor del
equinoccio de primavera, con la intención de crear una oportunidad para que
todos reflexionemos y adquiramos compromisos para la protección del planeta.
Esta conmemoración la lidera el «Fondo Mundial para la
Naturaleza» («World
Wild Fund – WWF»). Es, a la vez, una invitación a cambios en nuestros modos de vida en el planeta, reconocer que todos
afectamos a la naturaleza, pero que también, somos la parte más importante
frente a las soluciones requeridas. (https://rb.gy/fn9uuz).
En la página
web de la WWF se presentan instrucciones sencillas para
facilitar que todos, niños, jóvenes y adultos, contribuyan a la protección del
medio ambiente con el fin de asegurar un futuro cierto y ambientalmente sano para
la especie humana con la superación de los
efectos del cambio climático y la pérdida de biomasa.
La celebración
de «La Hora del Planeta» se complementa,
entre otros, con «El Día
Internacional de la Madre Tierra (Earth Day)», liderado por la Naciones Unidas, con eventos
en el mundo cada 22 de abril. Ambos tienen
como intención crear acciones y promover legislación para salvar al planeta y librarnos de la sexta
extinción masiva.
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