El Correo Electrónico: Instrumento Fundamental para la Sana Convivencia y Ágil Comunicación Humana
El Correo
Electrónico: Instrumento Fundamental para la Sana Convivencia y Ágil Comunicación
Humana
Enrique E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
El 9 de octubre es el Día Mundial del Correo, fecha en la que, en 1874, se creó la Unión
Postal Universal. El 29 del mismo mes se recuerda que hace medio siglo, en
1971, se envió el primer correo electrónico.
Sin comunicación no es posible la existencia de ninguna
especie viva. Se comunican las aves, los peces. Se comunican las ballenas, lo
hace el elefante, también las hormigas y el turpial que amoroso y melodioso llama
a su potencial pareja. Otras especies lo hacen con feromonas o con el color de
su piel. En fin, encontramos en la naturaleza la existencia eterna de la
comunicación.
La comunicación entre humanos tiene la misma suprema
intención: expresar con claridad afectos y acercamientos amistosos; otras veces,
de prevención o rechazo. La comunicación ha sido esencial para el
surgimiento de distintos tipos de sociedades y, a la vez, para dar curso al
surgimiento de diversas culturas. Diversidad que se origina, como uno de
sus elementos determinantes, en la naturaleza de la comunicación que se expresa
en el lenguaje particular que cada una de ellas crea y que, como consecuencia,
instituye una impronta, una identidad particular, con los modos y
características especiales basadas el lenguaje único que construyen. El
lenguaje es la base de la cultura y herramienta fundamental para la
socialización cotidiana mediante intencionados intercambios comunicativos.
En el proceso evolutivo de la especie humana se creó una
forma particular de comunicación, la que del lenguaje oral pasó al escrito.
Escritura que, como habilidad humana, potenció procesos de aculturación y
transculturación. Sin el lenguaje escrito, no existiría hoy la producción
literaria, científica y tecnológica, todos los cuales son resultados de una
forma de intención comunicativa clara que tiene como fundamento asegurar el
bienestar y la supervivencia de la especie humana.
En ese contexto, se reconoce que la existencia de otras
culturas estimuló la necesidad de comunicaciones rápidas, expeditas, a veces
como intercambio comercial y otras como dominación cruenta. Algunas formas de
esos intercambios se iniciaron con el correo. El voquible «correo» se
deriva del latín «curriere», con el
significado de correr, avanzar de prisa. Entre los romanos antiguos los
mensajeros a caballo descansaban en albergues llamados «postatios», de donde surgió el término «postal». (https://rb.gy/dfvpk7).
En diversas formas y medios el correo ha estado presente
desde las civilizaciones más antiguas: En China, el antiguo Egipto, entre sumerios
y griegos, con emisarios o mensajeros a pie, luego a caballo con el que se pudieron
cubrir más distancia y acortar tiempos para hacer llegar los mensajes, y más
rápido con los vehículos terrestres, marítimos o aéreos. Pero, también han
estado los mensajeros de la divinidad. Entre los antiguos griegos, el dios
Hermes (Mercurio, entre los romanos) era el mensajero de los dioses en el
Olimpo y de los viajeros; el Arcángel Gabriel fue mensajero de noticia
divina. Entre las tribus de México existió el «paynan», entre los Incas los «chasqui»,
en la China los «ching pao», los «estafetas» en Italia. También caben, en
el ligero recuento, los mensajes con señales de humo de algunas tribus
nativas, los rapsodas, juglares (que con sus cantos comunicaron y preservaron,
por la vía de la oralidad, narraciones de altísimo valor cultural). A estos se
suman las palomas mensajeras (con misivas escritas por humanos), y hasta los
chismosos, no siempre bienvenidos con sus mensajes, ciertos o no. La vieja
ocupación del cartero, surgió en el siglo XVIII. La radio, la televisión,
Internet y las redes sociales, instauraron formas de comunicación hoy en tiempo
real.
El 29 de octubre de 1971, el programador de computadores e
ingeniero de una empresa de alta tecnología, Raymond Tomlinson, creó el correo
electrónico que conocemos hoy al poder intercambiar información entre maquinas
conectadas a una misma red. Dos años antes, en 1969, se había creado ARPANET
una red militar, que después dio nacimiento a Internet. Tomlinson creó las
direcciones de correo electrónico con el símbolo @, el cual separa al
suscriptor de la red del proveedor del servicio. Él mismo, fallecido en 2016, no
recordaba el texto exacto del primer mensaje; tal vez algo así como «qwertyuiop», las diez letras en la fila superior
de un teclado estándar. No pretendió crear el correo electrónico, sólo estaba
ensayando para ver si su software funcionaba, y funcionó. Como las dos máquinas
estaban juntas, pudo de inmediato observar su sorprendente éxito, sin
saber que transformaría el curso de la comunicación humana, alteraciones sustanciales
en las culturas, en los negocios y en amplia variedad de las relaciones
entre los humanos. No parece posible hoy prescindir del mismo. Cambió el modo
de comunicar y de vivir en todo el planeta. (https://rb.gy/lg68oz, https://concepto.de/correo-electronico/).
Hoy
existen más de 4000 millones de cuentas de correo electrónico y más de 2630
millones de mensajes se envían cada día (https://rb.gy/xc6pr4) . En el buzón de entrada, los suscriptores
tienen en promedio 200 mensajes, el 93 % de las empresas lo usan para mercadear
sus productos, el 99% de las personas acceden a su cuenta por lo menos una vez
al día, mientras que el 50% de los mensajes son «spam», o correo basura (lo que es basura para uno es riqueza para
quien lo envía). El trabajador de
oficina recibe en promedio 120 mensajes diarios. En 2023, se enviarán 347.300
millones de ellos. (https://rb.gy/abnups).
Desde el hogar y las
instituciones educativas es preciso formar para que se entienda que el correo
electrónico es una forma de comunicación entre seres humanos y que hay reglas
de orden, decencia y buen comportamiento que deben cumplirse. Es un medio de
comunicación civilizada, de armonía y de buena urbanidad. Una enumeración
apretada de normas y sugerencias se detallan a continuación, las cuales son
válidas también para todos los adultos.
El correo es para informar y
acercar a las personas, comunicar afecto y solidaridad; verificar la dirección
antes de enviar; escribir siempre el asunto, claro y preciso; enviar mensajes
cortos; indicar a qué se refieren los anexos, estos y el contenido deben ser de
importancia para el receptor. No enviar basura, ni invitaciones a cadenas; no
reenviar información sobre supuestos hechos, atribuibles a organizaciones o
personas sin verificarlos antes. Recordar que en todo envío se puede rastrear
su origen y que amenazas y difamaciones pueden acarrear sanciones penales.
Dejar saber si está expresando una opinión y no un hecho, ya que el recipiente
puede tener una percepción distinta de hechos, conceptos o teorías; rehuir confrontaciones
ideológicas o en materia de fe, se pueden dañar muchas buenas amistades;
recordar que otras personas tienen valores culturales diferentes,
Evite enviar mensajes en momentos
de perturbación emocional, el otro, como usted, no es recipiente de amarguras o
frustraciones; usar lenguaje claro con cuidado de la ortografía y gramática. Al
usar emoticones asegúrese que comunican el sentimiento que usted desea; respetar
la información personal de las demás personas; no reenviar un contenido
personal o privado sin autorización de la otra persona, así mismo cuide sus
datos personales y contraseñas; no abrir mensajes de fuentes desconocidas so
riesgo de que roben su información, sus valores o su identidad en la Red. Recordar
que la idea de seguridad es clave para hacer uso productivo de la comunicación
electrónica; evitar el acoso en cualquiera de sus diversas formas. Cuidar el
uso en redes WiFi públicas por la posibilidad de ser interceptado; no compartir
sus claves y recordar que la información que se anexa, incluidas las
fotografías y videos personales que se envían ya no quedan bajo su control,
puede ser compartida o reenviada a miles, por muchos años. (https://rb.gy/hwoymx).
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