La Formación en Habilidades para el Futuro del Trabajo
La Formación en Habilidades para el Futuro del Trabajo
Enrique
E. Batista J., Ph. D.
https://paideianueva.blogspot.com/
En la última
década, se han formulado variados y muy intensos reparos sobre los modelos
educativos con sus implicaciones para el mundo laboral y la competitividad de
los sectores productivos. Entre los factores que atizan el intenso y continuo
debate están: el surgimiento de nuevas generaciones de jóvenes con una mirada
distinta sobre la valía de la educación formal, en especial de la universitaria;
ausencia de formación focalizada en las muy críticas y necesarias habilidades
informáticas y en las socioemocionales tan
fundamentales para el éxito personal, social y laboral; la ausencia de
reconocimiento de los créditos académicos o semestres cursados, aprobados y pagados bajo una concepción nada
humana de «cumpla, pague todo o nada»;
profesores carentes de experiencia en los oficios de la cuarta revolución industrial y, en proporción alta, sin
formación para promover el aprendizaje
activo, crítico, prescriptivo y situado.
En noviembre de 2020, Karl Schwab, CEO del Foro Económico
Mundial, publicó una investigación sobre el futuro del trabajo. Ahí se resalta, entre otros asuntos, que la carencia
de talento capacitado con habilidades para la cuarta revolución industrial continuará
en los próximos cinco años, con carencias visibles en habilidades como el pensamiento
crítico y analítico, la solución de problemas, el aprendizaje activo, la
resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad cognitiva. Se requieren, con
destacable urgencia, personas con formación en habilidades de computación
en las nubes, big data, comercio
electrónico, aprendizaje automático (machine
learning) y desarrollo de software y de apps. El sector público tendrá que
poner alto énfasis en reskilling
(recualificación o reconversión laboral) y upskilling
(actualización de habilidades) para aquellos en riesgo de ser desplazados de
sus trabajos. (El lector puede leer el Informe aquí: https://rb.gy/drep0n.
De
otra parte, el Banco Interamericano de Desarrollo – BID publicó en 2021 el
documento titulado: «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe. Cuáles son las tendencias
en la educación postsecundaria». (El lector lo puede obtener aquí: https://rb.gy/qtnlgu). En este texto se resalta la evolución hacia una
nueva era en las instituciones de educación postsecundaria tradicionales debido
a que las transformaciones tecnológicas están redefiniendo las ocupaciones y
sus tareas específicas. Puesto que ha dado la flexibilización de las opciones
formativas, se han, a la vez, creado nuevas fuentes de competencia para esas
instituciones, como son los negocios en línea con cursos especializados de alta
efectividad y los llamados «bootcamps»
(literalmente, «campos de entrenamiento»), los cuales son programas de
cualificación intensivos, de tres a seis meses de duración, reconocidos por su
alta efectividad por empresas como Google, Microsoft, Amazon y Facebook, parte del grupo de compañías que,
con Apple, IBM y Netflix, han dejado de
lado la exigencia de un título universitarios para muchas de sus contrataciones
de personal.
Para el acceso de los jóvenes a nuevas
realidades y oportunidades marcadas por la Cuarta Revolución Industrial, se
destaca en el texto del BID, los países deben tener el talento especializado,
con las habilidades informáticas requeridas por los procesos de automatización
y las socioemocionales como el pensamiento crítico, la creatividad, el liderazgo
y solución oportuna de problemas. En estos campos de habilidades, Latinoamérica
muestra un amplio retraso, lo que dificulta la superación de las trampas que
fijan los niveles de pobreza.
Se han presentado algunos cambios
en las prácticas educativas vigentes debidos a la incorporación de avances
tecnológicos para la creación de ambientes de aprendizaje interactivos,
conducentes a procesos formativos activos, pertinentes, situados y prescriptivos,
con proyectos de aprendizaje personalizados y flexibles que respondan, a la
vez, a intereses, aptitudes y necesidades de los estudiantes.
Ha sido más que evidente la
imperiosa necesidad de apoyar el fomento de las habilidades digitales de los
maestros. Un porcentaje alto de ellos reconoce que no están preparados para
incorporar nuevas herramientas digitales a sus cursos. Al comparar a los maestros
de la región de América Latina con los de otros países de la OCDE, se puede
observar una brecha importante en cuanto a sus habilidades digitales. La
ausencia de maestros formados en ellas impide o limita seriamente la
posibilidad de incentivarlas entre los estudiantes para potenciar la fuerza
laboral de la denominada economía 4.0 y del desempeño social y ciudadano de
ellos.
Un modelo cooperativo entre los
empleadores y las instituciones educativas, se agrega en el Informe del BID, podría
solventar el problema de las brechas de habilidades. El sector productivo se beneficiaría por tener
estudiantes con las habilidades requeridas y los estudiantes por tener
conexiones entre la universidad y el trabajo, mejor preparados para su
inmersión satisfactoria y productiva en el mundo laboral.
Por tanto, es necesario que las instituciones
de educación postsecundaria se planteen transformaciones holísticas en su
oferta educativa, mas no sólo ellas, sino que deben alcanzar a todos los
institutos de formación y capacitación públicos y privados. Esto es parte de la
imperiosa necesidad de transformar los modelos educativos tradicionales.
Se agrega en el Informe del BID
sobre el futuro del trabajo que algunos de los cambios que la educación postsecundaria
del siglo XXI debe considerar son:
·
Lograr que la experiencia del estudiante sea
personalizada con el apoyo de medios digitales, en lugar de promover un
conocimiento generalizado carente de foco.
·
Facilitar que la adquisición de microcredenciales
de los estudiantes sea acumulable, desenraizando la formación larga
universitaria de cuatro y más años.
·
Fomentar que el perfil ocupacional del
estudiante se cree con base en la elección de la ruta de aprendizaje que él
elija, basado en sus necesidades, tiempos, recursos y objetivos.
·
Coordinar entre las diferentes ofertas de
educación la habilitación de caminos para carreras más flexibles.
·
Establecer programas para la formación de los
maestros en habilidades digitales.
·
Proveer equipos tecnológicos y formación
profesional gratuita, oportuna y de calidad para aumentar las tasas de
ocupación laboral entre los grupos más vulnerables.
· Personalizar la formación en las instituciones de educación postsecundaria y adaptarla según las necesidades de la demanda laboral.La creación de un expediente académico personal y digital facilita la validación, homologación, confiabilidad y transparencia de las certificaciones acumuladas a lo largo de los años. Existen ya varios modelos de ellos. Como ejemplo están los «blockcerts» (certificados en bloques o encriptados, de estándar abierto creado por el MIT en 2016, disponibles de modo gratuito en las tiendas de apps. Los «blockcerts» se basan en una cadena de bloques («blockchains») firmados criptográficamente a prueba de manipulaciones. Con base en ellos se pueden verificar, de modo independiente, los logros y formación de otras personas. Estos expedientes, conocidos como «cartera digital» también fungen como una nueva forma de hoja de vida, de «skill print» o huella de formación digital, ahora en un formato encriptado e inalterable. (El lector puede elabora su cartera digital, de modo gratuito, para empezar a encriptar sus certificados y compartir logros y avances, aquí: https://www.blockcerts.org/).
Las
disrupciones observadas en el mundo laboral, conllevan a la imperiosa necesidad
de implementación de modelos educativos alternativos, igualmente disruptivos,
en los cuales los estudiantes puedan desarrollar su formación para la vida, el
trabajo y la sociedad de manera más flexible, gratificante y productiva.
Comentarios
Publicar un comentario