Ángeles Somos del Cielo Venimos… All hallow eve, Halloween
Enrique E. Batista J., Ph. D.
En la costa Caribe colombiana por
muchísimos años se ha celebrado la fiesta sagrada del 1° de noviembre, “Día
de Todos los Santos”, con fervor y alegría. Ese día está a la vez ad-portas
de las fiestas del 11 de noviembre con las que se conmemora el aniversario de
la declaración de independencia absoluta de la Provincia de Cartagena de la
tiranía española. Como ha sido anotado en múltiples oportunidades, en 1811 no
se declaró la independencia de la ciudad de Cartagena, sino de una provincia
que iba desde la orilla occidental del río Magdalena hasta límites hoy no tan
precisos de Urabá. Pertenecían a esta provincia la costa de Misquito en lo que
hoy es Nicaragua y con ella el archipiélago completo de San Andrés y
Providencia. Por esa razón, ese archipiélago fue siempre colombiano; no había
nada que negociar con otro país lo que siempre fue nuestro y que el 11 de
noviembre de 1811 formó parte de los territorios liberados de yugo español.
El 1° de noviembre se abre la
tradición cartagenera de las que hoy se denominan Fiestas de Independencia
que, en el país, de manera errónea, se ha asociado con el Concurso Nacional de
Belleza.
Era de usanza que las personas
que nacían en ese “Día de Todos los Santos” recibieran el honor de tener
como segundo nombre a “Santos”. Así, hubo y hay Sonia Santos, Luis Santos,
Pedro Santos y otros como María de los Santos, José de los Santos y más.
El 1° de noviembre se estrenaban
en el Caribe los disfraces y salían los niños a las calles en improvisadas
comparsas como preámbulo a las fiestas que se aproximaban. Los niños que usaban
las máscaras que, con arcilla como molde, almidón de yuca como pegante y papel
habían elaborado desde dos meses atrás salían a las calles bailando rítmicas danzas,
visitaban casa por casa solicitando regalos con cánticos de estrofas cortas y
sonoras, siempre precedidas de la expresión “Ángeles somos del cielo venimos
pidiendo limosnas para nosotros mismos…”. Recibido el regalo se expresaba
el agradecimiento con otros versos llenos de gracia; por el contrario, si no se
recibía nada se cantaban unos versos algo salados referidos a las personas como
“cují” o “truñuño” (= mezquino, ávaro, tacaño o). No era de usanza
regalar confites o dulces, sino que las donaciones eran en frutas como
plátanos, bananos, mangos y también tubérculos como ñame y yuca.
Recibí hace poco un mensaje que, en
son de queja, atribuía Halloween a los gringos. Les comparto esta
reflexión con precisión histórica.
Se equivoca el quejumbroso amigo
del mensaje. Los que hoy se celebra como Halloween siempre fue una
fiesta cristiana en el Caribe colombiano. Esa denominación nueva arropó y
oscureció la de “Todos los Santos”, la de los “Ángeles Somos”.
Fue en los años 60 del siglo pasado cuando en en un comercial de televisión el
animador Pacheco promocionó una marca de dulces con el cántico: “Triqui,
triqui Halloween, quiero dulces para mí…”. Ahí se incorporó entre nosotros
el voquible Halloween cantado con la expresión, está sí del inglés, “treat
or trick” (trato o broma). Así, por la vía de un comercial, en voz y
persona de un destacado comunicador, se oscureció la celebración religiosa
cristiana y se ocultó parte de la tradición cultural caribe. El treat or
trick” fue popularizado por la UNICEF en 1950 para recoger fondos para la
niñez desamparada en el mundo, tarea que sigue realizando desde entonces cada
año en las que se incluye recolecta también en línea, con su lema “Your
Trick-or-Treat for UNICEF”.
Personas, instruidas o no,
achacan, como recurso fácil la tradición de Halloween a los gringos. De
verdad, ellos en ese asunto no tiene nada que ver. Es una celebración pagana de
muchísimos siglos, al menos 5000 años antes de que en la faz de la tierra
hubiese un solo gringo.
Hay que recordar que entre los
romanos los meses del año era diez, (de ahí el nombre de diciembre mes
diez; noviembre, nueve; octubre, ocho; y septiembre, mes
siete), siendo marzo el primero de ellos. Halloween tuvo su origen
remoto en una fiesta irlandesa de fin de año de los celtas, finalizado el
verano y también la recolección de cosechas.
Ocurría cuando llegaban las
largas noches del invierno (por eso se celebra hacia fin de año) y los humanos
vivos suponían que los espíritus de los muertos venían a espantarlos a ellos, a
los vivos. Con ingeniosidad se
disfrazaban, a su vez, para espantar a los muertos. Así, los aterrados muertos
se perdían despavoridos, asumimos que del miedo a los disfrazados celtas; otros
celtas ponían velas en las ventanas para alumbrarles el camino de regreso a los
muertos. Esto ocurría hace al menos 5000 años, en la edad piedra o neolítico.
Los celtas eran habitantes de lo
que hoy es son los países de Inglaterra, Escocia, las Irlandas y Gales, y de
regiones del centro y norte de Europa continental (España, Portugal, Holanda,
Bélgica, Alemania e Italia, entre otros).
Vivían en poblados con sólidas murallas por lo que los romanos los
llamaron gente oculta (keltoi, de donde viene el gentilicio de celta). La
obra o monumento más conocido de los celtas es el sitio sagrado de veneración y
rituales para los muertos conocido hoy como Stonehenge. No formaban los celtas una
comunidad única sino poblados independientes, eran guerreros y se enfrentaban con
frecuencia entre ellos. No se sabe mucho de los celtas. Hoy hay lenguas célticas
como el galés y el irlandés.
La celebración pagana continuó
haciéndose año tras años. La iglesia católica la cristianizó mediante bula
papal en el siglo VIII. Le puso el nombre de "all
hallow eve”, que significó la “víspera de los
santos”, (de ahí surgió la denominación de Halloween) o sea el
31 de octubre antes del 1° de noviembre. Este último es el “Día de Todos los
Santos”, el de los “Ángeles somos del cielo venimos…”. Ahora debe
quedar claro que esta celebración tiene, entonces, su origen en los celta,
celebración pagana que fue cristianizada por bula papal. También se reconoce el
1° de noviembre en el Caribe colombiano como el “Día de los Angelitos”.
Después de la bula papal en la
edad media la celebración, acompañada de solicitud de regalos o limosnas, se
extendió por toda Europa, en especial a Portugal, España, Irlanda, Inglaterra.
En los Estados Unidos se referencia el "all hallow eve" por
primera vez 1920 (cambiada a Halloween por eufonía en inglés) como
resultado de la influencia de los inmigrantes irlandeses católicos que trajeron
sus tradiciones a ese país. Hay que reiterar que Halloween significa “víspera
de los santos”.
Ocurría que los celtas después de
sus ritos paganos y de espantar a los muertos alababan a sus difuntos,
dirigidos por sus chamanes o sacerdotes llamados druidas (sabios). Como a la gente no se le pueden quitar sus
días de alegría y ocio, siguiendo la tradición pagana, la iglesia empezó a
celebrar el 2 de noviembre como el “Día de todos los difuntos”.
O sea, en estos tres días
(octubre 31, noviembre 1° y 2) celebramos una fiesta antigua pagana que la Iglesia
la volvió santa y convirtió al 1° de noviembre en un día de guardar. Se dice que la tradición del “Día de los Angelitos” se inició en Mompox y de
ahí se extendió por todo el Caribe colombiano.
Se han realizado en los últimos años para
recuperar la costumbre tradicional y celebrar con los niños las fiestas del “All
hallow eve” y a continuación el “Día de los Angelitos”. Recuperación que en Cartagena de
Indias ha estado en cabeza de Rosa Díaz quien ha dicho que: “El Halloween no
fue lo que rebajó la tradición de Ángeles Somos, sino las condiciones del
desarrollo urbano que desestimularon la vigencia de la tradición”. El
Concejo de la ciudad fijó, mediante Acuerdo, al 1°
de noviembre como “el día oficial destinado a rescatar tradiciones, rondas,
juegos y demás expresiones características de la ciudad con significación y
valor cultural”. En Barranquilla
la Arquidiócesis ha impulsado el rescate de la tradición en el Departamento del
Atlántico bajo el principio de que “los niños deben ser
anunciadores de la buena nueva, tal como son los ángeles”.(https://bit.ly/2o4FyUK; https://bit.ly/32BMGa2).
Ángeles somos del cielo venimos
pidiendo limosnas pa’ nosotros mismos
pan y vino pa´ Marcelino
pan y ron pa’ Marcelón.
No te rías, no te rías
que la mochila está vacía…
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