Libre Acceso al Conocimiento Científico en Ciencias y Humanidades
Libre Acceso al Conocimiento Científico en Ciencias y Humanidades
En una página web leí dos carteles
uno decía: “Conocimiento Abierto” y el otro “Abierto al Público”.
Así debe ser toda información que se genere apoyada con recursos públicos.
Deben ser avisos en cada universidad, en toda biblioteca, museo o casa de la
cultura.
En diciembre de 2018 se reunió la 14ª
Conferencia de Acceso Abierto de Berlín (https://oa2020.org/). Participaron organizaciones de 37 países de los
cinco continentes.
Los principales consensos alcanzados
se resumen en los compromisos para: 1. Que los autores mantengan sus derechos
de autor (copryright), 2. un acceso abierto (open access)
completo e inmediato, 3. acelerar el progreso del acceso abierto por medio de
acuerdos transformativos temporales y de transición para llegar a un completo
acceso libre en pocos años y 4. los
acuerdos alcanzados, por lo menos al comienzo, serán neutrales en costos con la
expectativa de que los ajustes económicos seguirán una vez el mercado se
trasforme.
En esta conferencia de Berlín de 2018
para la promoción del acceso libre a publicación en ciencias y humanidades
participaron entidades y organizaciones como las siguientes: El sistema de
educación estatal de California, El MIT y su sistema de bibliotecas, las
Conferencias o Asociaciones de Rectores de Universidades de Francia, de
Alemania y de Italia, la Asociación de Universidades de Holanda, la
Organización Europea de Investigación Nuclear - CERN, las Asociación
Europea de Universidades, el Ministerio
de Educación Superior, Investigación e Innovación de Francia, el Centro Nacional de Investigación Científica
Instituto Nacional de Física Nuclear de Francia, la Universidad Libre de
Berlín, el Instituto de la Sociedad Max
Planck y su biblioteca digital, la Academia de Ciencias y
la Fundación Nacional de Biblioteca de Ciencias de China, la Universidad
Lomonósov de Moscú, la Universidad de San Petersburgo, la Fundación Nacional de
Ciencias de Suiza, la Universidad de
Ciencia y Tecnología King Abdullah, el Consejo
Nacional de Investigación de España, la Universidad de Barcelona, la Sociedad
Max Planck, la Fundación Alexander Von Humboldt, las Academias Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales del
Vaticano y muchas más organizaciones de
los cinco continentes; de Latinoamérica sólo la Universidad de Santiago de
Chile.
Se espera que las compañías de
publicación trabajen con todos los miembros de la comunidad global de investigación
para alcanzar, según los consensos, un acceso abierto completo (infraestructura
científica, revistas, plataformas de publicación, archivos de datos y
repositorios) sin restricción e inmediato a los últimos avances de las ciencias
por el bien de toda la humanidad y para ir más allá de las costosas y
restrictivas suscripciones, en especial cuando después de casi dos décadas de
esfuerzos por el acceso abierto (iniciado con la “Iniciativa de Budapest
para el Acceso Abierto” de 2002 (https://bit.ly/2Z055uU)más
del 80% de las publicaciones caen todavía en la maraña de pagar para publicar y
acceder a los contenidos. (https://oa2020.org/).
En septiembre de 2018 ya se había
creado, alrededor de la iniciativa de Acceso Abierto, la “Coalición S” (cOAlition
S, donde la OA se refiere a open acess) apoyado por un
consorcio internacional de financiadores de la investigación con la meta de que
para el primero de enero de 2021 toda publicación científica derivada de
financiación de recursos públicos o por consejos nacionales o internacionales
debe ser publicada en revistas de acceso abierto, en repositorios o en
plataformas para su acceso libre sin restricciones. La “S” es por Science (ciencia) y por la señal de
compromiso para la implementación de las medidas necesarias que garanticen la
meta deseada. (https://bit.ly/2O647rj).
La “Coalición S” tiene diez
principios los cuales resumo: Los autores o sus instituciones mantienen sus
derechos de autor (copyright); las agencias u organismos financiadoras
fijarán criterios altos para las revistas de acceso abierto, si estas no
existiesen proveerán incentivos para que se creen y mantengan; se reconoce que
todos los investigadores deben ser capaces de publicar sus trabajos, si se
requiriese algún pago estos deben ser acordes y trasparentes con los servicios
que se provean; esas mismas agencias u organismos promoverán que los gobiernos,
universidades, centros de investigación, organizaciones académicas o
profesionales y las bibliotecas desarrollen estrategias, políticas y prácticas
para asegurar transparencia; se aplicarán criterios para el valor intrínseco de
cada trabajo, su impacto no será medido
por la métrica actual que usan las revistas o las muy costosas editoriales; se
reconoce que los capítulos en libros y
monografías requerirán un proceso algo más largo y específico. (https://bit.ly/2W7f9AM, https://bit.ly/2KrZzvE).
Con la “Iniciativa de Acceso Abierto a 2020” (https://bit.ly/33fEcX3) se reitera la misión de implementar de manera generalizada el acceso libre en línea a los artículos de investigación, su utilización y reutilización ilimitada para superar el aberrante negocio de accesos, sólo por suscripción, a las muy poderosas empresas editoriales transnacionales. Esta Iniciativa 2020 enfatiza: 1. La transformación de la mayoría de las revistas científicas actuales al modelo de acceso abierto o libre. 2. Conversión de los recursos invertidos en suscripciones en fondos para apoyar modelos de negocio sostenibles de acceso libre. 3. Invitación a universidades, institutos de investigación, patrocinadores, bibliotecas y editores para trabajar de manera conjunta para alcanzar una transición eficiente y rápida para el bien del mundo académico y de la sociedad en general.
El 16 de mayo de 2019 el Parlamento
Europeo y el Consejo de la Unión Europea expidieron una directiva sobre los
datos abiertos y la reutilización de la información del sector público (https://bit.ly/2Yv8fLx) con la
que se impone a los Estados miembros “la obligación de adoptar políticas de
acceso abierto con respecto a los datos de la investigación financiada
públicamente”.
Entre otras consideraciones se anotó en la Directiva: Promover el acceso en línea y gratuito a los
resultados de investigaciones sin más restricciones en la utilización y reutilización
que se reconozca la autoría. El acceso libre mejora la calidad, evita duplicaciones
innecesarias de investigaciones, aligera el progreso científico, combate el
fraude científico a la vez que puede beneficiar el crecimiento económico y la
innovación. Esta política de acceso abierto conlleva el apoyo a la circulación
de datos de investigación “Fáciles de encontrar, Accesibles,
Interoperables y Reutilizables (principios FAIR)”. Se
reconocen excepciones posibles como las relacionadas con la seguridad nacional,
intereses comerciales legítimos, la privacidad, protección de datos personales
y confidencialidad, todo conforme al principio «tan abiertos como sea
posible, tan cerrados como sea necesario».
Así, son notorios los importantes avances en la
Unión Europea y en las universidades, comunidades académicas y científicas de
todo el mundo para promover el libre acceso en línea a los resultados de la
investigación científica y el uso y promoción de las revistas de acceso abierto
que lideran diversas organizaciones en el mundo en los más distintos campos del
saber humano, como la FAO, Creative Commons, Red SciELO, Common Ground,
BioMed Central, la Open Society Foundation y la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual como oficina
de la UNESCO.
En próxima columna resaltaré ventajas
adicionales del acceso abierto y los inmensos costos en que ocurren las
comunidades académicas y los investigadores frente a lo que se considera un
atropello y explotación feroz, brutal y sin piedad de pocas, pero muy poderosas
empresas editoriales transnacionales que
controlan la circulación de la información en ciencias y humanidades.
Nuestras universidades, investigadores,
maestros y profesores, centros de investigación, los Ministerios de Educación
Nacional, de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el recién
creado de Ciencia, Tecnología e Innovación deben liderar esta iniciativa en
Colombia que, entre otros beneficios, acelera el crecimiento económico, la
innovación y el empleo como bien lo ha reconocido la Unión Europea. También
corresponderá al Congreso de la República expedir las norma legal
correspondiente.
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