Aulas y Aprendizaje Invertido desde Preescolar hasta la Educación Superior
Aulas y
Aprendizaje Invertido desde Preescolar hasta la Educación Superior
Enrique E.Batista J.,
Ph. D.
Hoy no hay ninguna razón para que
los maestros no empleen estrategias de aprendizaje activo y logren que sus
estudiantes salgan de la rutina que los condena a ser pasivos, a copiar
contenidos para la examinación en lugar de aprender para formarse para una vida
personal y socialmente productiva.
Tal vez nunca existió razón para
que los alumnos fueran condenados a la aburrición y la pasividad, y el maestro
al rutinario e improductivo rol de dispensador de contenidos y de
calificaciones. Décadas atrás bajo cierta urgencia para lograr eficiencia en
los procesos educativos, se llegó a estandarizar un proceso único de enseñar.
El maestro acabó con el rol de suministrador de información y los alumnos
forzados a sufrir procesos escolares que niegan su inteligencia, su voluntad de
aprender, su particular ritmo de aprendizaje, sus intereses específicos y sus
aptitudes especiales. Se instauró, con inercia y momificación reconocida, una
práctica educativa como si hubiese sido sacada de una sastrería, práctica
reconocida como “educación de talla única”
o “one size fits all.”
Las momificadas prácticas
educativas niegan las posibilidades de los alumnos para desatar su potencial
creativo y alcanzar un aprendizaje situado en contextos auténticos, aprendizaje
activo y colaborativo, aprendizaje personalizado o aprendizaje adaptativo. En
lugar de estudiantes que asuman control sobre su aprendizaje y procesos de
pensamiento y maestros proactivos que asuman un rol de guía (también activo en
la construcción de proyectos formativos pertinentes), más allá de su desempeño
en el desueto currículo lleno de amontonamiento inmisericorde de asignaturas
para ser dictadas y aprobadas por los alumnos de cualquier manera.
Reitero que hoy no existe razón
para condenar a los alumnos, negar su inteligencia y convertirlos en pasivos
receptores de clases dictadas. No hay hoy razón para que los maestros no puedan
emplear estrategias activas de aprendizaje y liberen la capacidad creativa de
cada estudiante, de todos los estudiantes. Se pueden crear ambientes formativos
más eficientes que permitan que el alumno aprenda más, más rápido y de manera
sólida, en ambientes múltiple interactivos de aprendizaje con “aulas de aprendizaje activo” y demás
escenarios escolares enriquecidos para el progreso de todos y cada uno de los
estudiantes.
Una de las estrategias
transformadora de las prácticas educativas, liberadora de los maestros y de los
alumnos de la alienante e improductiva rutina escolar, es el modelo inicialmente
conocido como el “Aula Invertida” (o “flipped clasroom”), el cual para mayor
precisión pedagógica se le ha denominado “Aprendizaje Invertido” (“flipped
learning”), este ha sido concebido como un enfoque en el que la
acción pedagógica se desplaza del énfasis de dictados a todo el grupo en aula tradicional hacia un
aprendizaje individual. El espacio grupal se transforma en un ambiente de
aprendizaje dinámico e interactivo en el
que el maestro guía a los alumnos hacia procesos formativos que promueven el
pensamiento crítico, la creatividad y la innovación (véase, por ejemplo, https://flippedlearning.org/definition-of-flipped-learning/).
Entre las características de los
ambientes escolares para el “Aprendizaje Invertido” están: cambio en el ambiente tradicional de
arreglo físico rectangular del aula,
concepción del aprendizaje bajo proyectos, aprendizaje en el aula, en la
escuela y más allá, el alumno hace la
lectura o análisis del material antes de la clase, el profesor no dicta
información, el alumno avanza en la comprensión de los leído, a su ritmo con
apoyo frecuente del maestro para facilitar su progreso, actividades como las
tareas adquieren una dimensión distinta ya que en cierto modo se trasladan al
aula mientras el alumno aplica lo leído o analizado con anterioridad y se
empeña en una variedad de actividades para lograr aprendizajes sólidos,
contextualizados.
El maestro puede dar instrucción
a todo el grupo cuando lo estime necesario y estimular además del trabajo
individual, la cooperación, el intercambio de ideas y conceptos, la
experimentación, puesta a prueba de conceptos y aplicaciones, la comunicación
fluida oral, escrita o multimedial. Las labores en la clase están guiadas por
el autoaprendizaje, la interactividad y colaboración entre todos. El estudiante es productor de
contenidos. El maestro en la escuela,
colegio y universidad aplica como regla la máxima: “Que el aprendizaje sea real, profundo y contextualizado, en y para
ambientes auténticos.”
Los recursos
para el aprendizaje pueden ser textos, artículos, contenidos en la Web, blogs,
videos, podcasts, o recursos más avanzados como los de realidad virtual o
realidad extendida, laboratorios físicos o virtuales, salidas de campo o
proyectos ambientales. En cierta forma es una estrategia de aprendizaje híbrido
(blended learning). Se hace uso de
multiplicidad de medios y recursos, de tecnologías digitales u otras apropiadas
para cada proyecto de aprendizaje. Recordará el maestro, bajo el criterio de
flexibilidad que no todos los contenidos se manejan con esta estrategia.
La reflexión
primera para introducir la innovación del “Aprendizaje Invertido” es transformar el aula y avanzar con
la innovación más allá. No basta concebirla como un cambio de paradigma sobre
cómo enseña el maestro y cómo aprender los alumnos en su camino cotidiano para
conseguir logros cognitivos y afectivos de alto nivel. Una de las metas
consiste en maximizar el tiempo, lograr que sea productivo y satisfactorios
mediante estrategias que enfaticen la interacción plena del alumno con el
maestro, con los compañeros, con los contenidos y con los medios tecnológicos.
En algunos casos se trata, con clara inversión, de trabajo escolar en la casa y
tareas en la escuela. Ambas son un lugar en donde los roles del maestro y del
alumno se imbrican de manera sustancial, no regidos por el castigo o una
calificación como en los ambientes tradicionales de “Sálvese quien pueda.”
Se han señalado
cuatro pilares para el aplicación del modelo de “Aprendizaje Invertido” (https://bit.ly/2SRoAHS):
1. Flexibilidad en el diseño de los ambientes y estrategias de aprendizaje, 2.
Cultura de aprendizaje, 3. Contenido intencional y 4. Maestros profesionales. El modelo requiere
flexibilidad en la organización de la enseñanza, cambios en aulas y horarios,
uso intensivo de variedad de recursos, tecnologías (tomadas como medios y no
fines) y contenidos para aprender. Se requiere también la formulación de
pertinentes proyectos de aprendizaje, interactividad plena, conocimiento y
aplicación de las leyes que rigen el aprendizaje humano, alumnos que conocen y
actualizan su ambiente personal de aprendizaje (PLE) y, claro está, maestros que impulsan las redes personales de
aprendizaje (PLN) focalizado en las
necesidades sociales e intereses del alumno. Es papel del maestro potenciar el
deseo, voluntad y capacidad de innovar de los alumnos maximizando el uso del
tiempo escolar, promoviendo el aprendizaje en todo momento y lugar y
focalizando en evaluación formativa (no punitiva como acaban siendo las
calificaciones) lo cual está lejos del dictado de contenidos resumidos
para luego calificar, lo que en la
práctica cotidiana resulta una
trampa consentida bajo una simulación
engañosa de que se enseña y se aprende.
La Academia Internacional para el Aprendizaje Activo Artes y Ciencias,
una organización que impulsa las mejores prácticas en el mundo sobre “Aprendizaje Invertido” (http://aalasinternational.org/)
elaboró en 2018 los primeros estándares de formación para el “flipped learning.” Estos estándares, en
español se pueden leer en: http://aalasinternational.org/normas-internacionales-aalas/.
Se desarrollaron estándares para educadores desde preescolar hasta la educación media (K- 12), para la
educación superior, líderes educativos, acompañados de pautas de formación y
normas generales.
De otra parte, existe una Iniciativa Global que busca congregar a una
comunidad mundial de educadores para que con el “Aprendizaje Invertido” se llegue a todos los estudiantes sin
excepción (http://flglobal.org). Esta organización ofrece cursos y herramientas para la
aplicación efectiva de la innovación destacando “pedagogía primero y tecnología segundo.” Sus importantes aportes para la educación
desde preescolar hasta la universidad los destacaré en la próxima columna.
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