Celebraciones con Desfiguración de Verdades Históricas: El Caso de la Provincia de Cartagena de Indias

 

Celebraciones con Desfiguración de Verdades Históricas: El Caso de la Provincia de Cartagena de Indias

Enrique E. Batista J., Ph. D.

https://paideianueva.blogspot.com/

 

Con la independencia de la Provincia de Cartagena de Indias nació el segundo Estado soberano de Suramérica, después de Caracas. En 1811 la Nueva Granada estaba constituida por provincias, una de ellas era la de Cartagena de Indias, cuya capital era la ciudad homónima.

Es incorrecto, con gran error que no hace justicia a la verdad histórica, afirmar que el 11 de noviembre se celebra la independencia de la ciudad de Cartagena y no, como debe ser, con apego a la muy importante decisión de autonomía territorial y política, la conmemoración de la independencia de la Provincia de Cartagena, cuyos límites iban desde la desembocadura del río Grande de la Magdalena hacia el suroeste hasta Urabá, y por el sureste hasta parte de lo que es hoy el Departamento de Antioquia.

De acontecimientos heroicos y  de precisiones históricas están hechas las naciones, los cuales son más notables cuando se refieren a la proclamación absoluta de la independencia política, con sus conexas consecuencias, frente a poderes avasallantes de las libertades y autonomía de los pueblos, azotados por naciones que, mediante su aberrante dominación, niegan la libertad, la dignidad, el bien común y el «pleno goce los justos e imprescriptibles derechos» (https://rb.gy/19w2q0).

Una imprecisión histórica se da en Colombia cuando las autoridades, los libros de textos, los maestros, medios de comunicación y la ciudadanía informan de manera errónea que el 11 de noviembre  se celebra la independencia absoluta de la ciudad de Cartagena, en lugar del hecho cierto de que fue una declaración de independencia total de una provincia entera que, en ese año, era una muy extensa parte del territorio de la entonces Nueva Granada que incluía, además, una muy significativa  porción del sudeste del Mar Caribe.  (Véase el mapa). Formaban parte de La Provincia de Cartagena de Indias, la costa de Mosquitia, en lo que hoy es Nicaragua, y las islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y todos sus cayos adyacentes. Por pertenecer a la Provincia granadina de Cartagena de Indias, con su inmensa porción de mar Caribe, esas islas son, y siempre fueron, colombianas.

El histórico documento de 1811 que proclamó la libertad absoluta frente al yugo español, bien se tituló «Acta de independencia de la provincia de Cartagena en la Nueva Granada» (el cual se puede ver aquí: https://rb.gy/a9o3mz). En el texto de este documento se expone «el cúmulo de motivos poderosos que nos impelen a esta solemne declaración, y justifican la resolución tan necesaria que va a separarnos para siempre de la monarquía española». En esa proclama bien se lee (resalto):

«En el nombre de Dios Todopoderoso, Autor de la Naturaleza, nosotros los representantes del buen pueblo de la Provincia de Cartagena de Indias…. Apartamos con horror de nuestra consideración aquellos trescientos años de vejaciones, de miserias, de sufrimientos de todo género, que acumuló sobre nuestro país la ferocidad de sus conquistadores y mandatarios españoles… queremos contraernos solamente a los hechos que son peculiares a esta Provincia». Y se declara,  «solemnemente a la faz de todo el mundo, que la Provincia de Cartagena de Indias es desde hoy de hecho y por derecho Estado libre, soberano e independiente; que se halla absuelta de toda sumisión, vasallaje, obediencia, y de todo otro vínculo de cualquier clase y naturaleza que fuese, que anteriormente la ligase con la corona y gobiernos de España, y que como tal Estado libre y absolutamente independiente, puede hacer todo lo que hacen y pueden hacer las naciones libres e independientes».

Provincia de Cartagena de Indias en 1811




Fuente: https://rb.gy/qmhth7

El amplísimo territorio de la Provincia de Cartagena de Indias fue configurado siete meses después como nuevo Estado, soberano e independiente. El cual, con precisión geográfica, fue delimitado en la Constitución Política del Estado de Cartagena de Indias de 1812 así: «Los límites de su territorio, son a saber: el mar Atlántico por el norte y poniente; por el oriente, el río Magdalena desde sus bocas hasta su confluencia con el de San Bartolomé… Por el medio día, el río dicho de San Bartolomé hasta sus cabeceras, la cresta de las montañas de Guamocó, una línea tirada desde ésta por los siete grados treinta minutos norte a las cabeceras del río Sucio, y este mismo río hasta su entrada en el Atrato y por el poniente y mediodía el dicho Atrato hasta su salida al mar en el golfo del Darién, y el golfo mismo, comprendiéndose la isla de la Tortuguilla, la nombrada Fuerte, las de San Bernardo y del Rosario, situadas todas en las inmediaciones de la costa occidental de este Estado: quedando así separado por el río Magdalena de las Provincias de Santa Marta, Pamplona y Socorro, que están al oriente; por el de San Bartolomé, montañas de Guamocó y línea indicada, de la de Antioquia que está al mediodía; por el río Sucio, de la del Chocó, que está también por el sur; y por el Atrato, de la del Darién, que está al poniente». Este nuevo Estado comprendió los Departamentos de Cartagena, Mompox, San Benito Abad, Tolú y Simití. (Véase la Constitución aquí: https://rb.gy/19w2q0).

Entonces, el 11 de noviembre de 1811 se declaró la independencia absoluta de la Provincia de Cartagena de Indias, hecho histórico que configuró la verdadera independencia de Colombia, más allá del pequeño motín ciudadano, así llamado por algunos, que se dio un año antes en Santa Fe de Bogotá, donde se siguió reconociendo al rey de España como el regente de los destinos de los habitantes de las tierras neogranadinas.

Así, es preciso que las nuevas generaciones y los adultos de hoy comprendan sobre qué fundamentos se ha levantado la nación en la que hoy se goza de libertad, la que en la inmensa mayoría de los casos ha sido lograda mediante acciones cruentas, bajo la dirección de los que los ciudadanos, por sus acciones liberadoras, han categorizado como héroes nacionales.

Una revisión a los acontecimientos, apoyada en documentos históricos, llevan a superar perturbadoras imprecisiones históricas como la muy generalizada de mal informar a las nuevas y viejas generaciones de todo el país que el día feriado nacional del 11 de noviembre se celebra la independencia absoluta de una ciudad y no de una muy extensa provincia. Error histórico, traspiés y desliz formativo que deben ser subsanados, desde ya, y por siempre, por las autoridades, medios de comunicación y educadores.

No se puede vivir en conglomerados humanos libres de tradición y de hechos históricos. La formación en la historia patria, en los valores  con las que se creó y se sustenta la nacionalidad, es parte esencial de formar ciudadanos defensores de su identidad nacional y del reconocimiento perenne a quienes, para el bien de todo, sacrificando sus propias vidas (o  tener que vivir la ignominia del destierro), crearon las condiciones y contribuyeron a cristalizar el goce de la libertad política, la cual  se precisa no sólo preservarla, sino seguir construyéndola, porque la libertad, como bien humano supremo, tiene no sólo obstáculos, sino también enemigos.

Sobre el conocimiento pleno y fidedigno de la historia nacional se asienta la identidad patria.

 

 

 

 

 

 

 

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