San José: Guía y Maestro de Nuestros Angelitos Celestiales
San José: Guía y Maestro de Nuestros Angelitos Celestiales
Enrique E. Batista J., Ph. D.
El 19 de marzo es la fiesta de
San José. El Papa Sixto IV, por allá en los años 1500, introdujo la celebración
en el calendario de la Iglesia. San José es el santo protector de los angelitos
que temprano abandonaron la temporal residencia en la tierra para formar parte
de la corte celestial y gozar a plenitud la eterna divinidad.
Miro a una estampa de niños
sentados frente a la monumental catedral de la Sagrada Familia en Barcelona.
Ellos, más que a la colosal obra, miraban hacia el cielo como queriendo
ver en persona a la santísima Sagrada
Familia, esa que ama y protege a los niños, como bien lo hicieron Jesús y
María frente al infanticida tetrarca de nombre bien feo, Herodes gobernador y
tetrarca de Galilea. Su fealdad, que debió ser reflejo de su alma sanguinaria, corresponde
al mismo que, como señala San Mateo, buscó al Mesías recién nacido para
asesinarlo.
Hoy pienso que el mismo
Cancerbero, monstruo de tres cabezas, guardián de la puerta infernal, por tajantes
instrucciones de Caronte, barquero del demonio, no lo admitió por ser maléfico en
grado superlativo y no fue llevado a uno de los círculos del infierno que bien
describió Dante Alighieri en la Divina
Comedia. En esa época, el mismo diablo no había construido para las ánimas
condenadas un espacio suficientemente cruel para el sufrimiento de alma tan maléfica.
Miraba al cielo, anoté, dando
gracias a la Sagrada Familia por la vida y por la oportunidad de orar, en este
mundo de realidad aumentada, en el templo construido por el gran hombre de fe y
creador excepcional Antoni Gaudí, uno de los arquitectos que revolucionó el arte.
La imponente catedral se empezó a construir hace 136 años y, como todas las
iglesias y escuelas, no se ha terminado de edificar todavía. Se sabe que cuando
se finalice, lo cual se espera que sea en el primer tercio de este siglo, la
magna obra tendrá 18 torres. A esta
excepcional construcción se le conoce como Templo
Expiatorio de la Sagrada Familia. Hoy es patrimonio mundial de la humanidad
conferido por la UNESCO.
La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, en el día
de San José. Los primeros planos para el Templo
Expiatorio los elaboró Gaudí para la capilla de San José, una de las siete
que tiene hoy la catedral, capilla inaugurada el día 19 de marzo en1885. En
1921 se celebró allí el Año Jubilar de San José. (http://www.infocatolica.com/blog/friocaliente.php/; https://goo.gl/h7siFb).
San José no ha tenido figuración alta
en el santoral, ni entre los ruegos de los fieles como lo ameritaría su
excepcional condición de ser el padre del Mesías. Por siglos fue más bien una
figura sin mucha visibilidad, apenas presente en alguna iconografía, condición
que se debió probablemente a que en el santoral se ha privilegiado la adoración
a los mártires y San José no lo fue. En Bolonia a comienzos del siglo XII se
erige la primera iglesia en su nombre. En los años 1500 empezó a tener mayor
visibilidad de la mano de Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola. En
España a mediados del siglo XIX se crearon asociaciones de Devotos de San José.
Sólo en este mismo siglo fue proclamado como como patrono universal de la
Iglesia, modelo de la vida familiar y del trabajo. En algunos países se celebra
el 19 de marzo también como el Día del Hombre.
Algunos lo han llamado el Santo del
Silencio, porque no se conoce una sola palabra de él. Se asume que murió antes
de la pasión de Nuestro Señor porque no está en los hechos de condena y
crucifixión. Se le conoce también como San José Obrero. Con el correr de los años su figura marginada
y de persona envejecida sin alientos cedió a otras iconografías como persona
más joven y cercana a los niños, como incumbiría a su condición de padre del
hijo de Dios. Conocida es la pintura de El Greco donde San José es un ser
joven, con el Niño Jesús en la mano. En otros artistas aparece cargando al
divino Niño. Empezó así a hacer clara su condición de guía
y maestro, cercanía parental y cariñoso afecto. En la iconografía empezó a
aparecer como símbolo de pureza y castidad siempre con un ramo de lirios
florecidos que en algunos los lleva él y en otros el Niño. Este símbolo de los
lirios de San José está presente en las imágenes del Templo Expiatorio
de la Sagrada Familia de Barcelona. (https://goo.gl/y4RXhx; https://goo.gl/YKwpbs).
En un
recorrido virtual por el Templo Expiatorio (http://www.sagradafamilia.org/es/) se observa bien la
Fachada del Nacimiento y la cripta de la Sagrada Familia, la Capilla de San José y el Portal de la
Esperanza con escenas de la Sagrada Familia, ente otras la de
la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La
barca en la que San José
conduce a la Iglesia católica. Está también la tumba de Gaudí, bien llamado El Arquitecto de Dios.
Miro a una obra de arte del mejor
pintor de todos los tiempos. Artista, quien iluminado en su paleta y variedad
de colores por un encantamiento divino contempla su propia pintura, como si
quisiera darle vida a la divina escena donde San José está rodeado de angelitos
hermosos y éstos acompañados por enjambres de mariposas que en orlada corona celestial
forman una legión de nubes con abrumadora miríada de los más brillantes y bellos
colores. La inspiración le surgió a tan iluminado artista de la convicción de
que cuando un 19 de marzo, día de San José, muere una linda criatura, nace un angelito
creado por el Dios Padre, criatura que asciende a los cielos con el cortejo
inmenso de bellas mariposas, las más lindas creadas desde sus orígenes en el
paraíso terrenal para acompañar a las santas ánimas. Llegan escoltadas por la
bandada divinizada de las mariposas de mil clores a la dicha celeste para
alegría del espíritu sagrado de San José.
Así, cuando el día de San José,
un 19 de marzo, muere una tierna y bella niña, nace un bello angelito que
alegra con su inocencia y ternura la corte celestial.
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