La Felicidad: Suprema Meta Humana que Clama Bienestar General y Medioambiente Sostenible

 

La Felicidad: Suprema Meta Humana que Clama Bienestar General y Medioambiente Sostenible

Enrique E. Batista J., Ph. D.

https://paideianueva.blogspot.com/

En la antigua Grecia, Aristóteles subrayó que la felicidad, la «eudaimonia», era el objetivo central de la vida humana, el cual es alcanzado, más allá de la alegría pasajera del placer, a través de la virtud y de la razón. La «eudaimonia» (del griego, eu = bueno y daimon = espíritu), se refiere a «un estado más permanente del ser; es un estado de vivir bien que se caracteriza por la realización del potencial inherente de cada uno y la actualización de las virtudes (…) la eudaimonia se alcanza cultivando las virtudes morales e intelectuales». (https://tinyurl.com/2z9bh47f).

Este pensamiento se reflejó bien, apoyado en el pensamiento de John Locke, en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, en la cual se dejó ver claro que «la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad son derechos inalienables». Así, la felicidad fue concebida como bienestar físico y espiritual de todos y no de placeres desbordados e individuales; significó también prosperidad, referida a las necesidades físicas, pero también a las dimensiones morales y religiosas de cada ser humano. (https://tinyurl.com/jx9shcse).

Algunos han asociado el goce y placer sensual con el sibaritismo, con el hedonismo. En el pensamiento del filósofo griego Epicuro, el hedonismo se refiere tanto al placer corporal como al emocional y a los padecimientos que afectan la vida de los humanos. En el hedonismo epicúreo, se privilegian los goces perdurables, mas no el disfrute, con indulgencia rebosada, de placeres corporales. (https://tinyurl.com/39yz4vyc).

El 28 de junio de 2012, la Asamblea de las Naciones Unidas acordó la celebración anual, cada 20 de marzo, de El Día Internacional de la Felicidad, con el objetivo de «reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno (…) promover el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos». (https://tinyurl.com/3mvmb2v6).

Para la celebración de ese día, se dio a conocer el Informe sobre la Felicidad en el Mundo de 2025, en el cual se clasificaron los países según los modos de satisfacción de los ciudadanos con la vida. El Informe fue elaborado por la Universidad de Oxford, asociada con Gallup, una red para el desarrollo sostenible y por un consejo editorial autónomo, tomando reacciones de más de 100.000 habitantes en el mundo. Con base en los resultados, se ranquearon 147 países. (El lector puede leer el Informe completo y un resumen ejecutivo en estos sitios web: https://tinyurl.com/4hu6fe6e, https://tinyurl.com/yckap6az).

El Informe de 2025 se focalizó en el impacto del cuidado y la solidaridad en la felicidad, y en la percepción de la benevolencia, bajo el supuesto de que entre más benévola es la sociedad se benefician más los que son menos felices. Se registra que la felicidad aumenta con el tamaño de la familia hasta de cuatro personas, que las personas que viven solas son mucho menos felices; se agrega que el nivel de bondad esperada influye en la felicidad individual, que la amabilidad (tanto la esperada como la real) reduce las desigualdades en el bienestar. También se concluyó que las conexiones sociales son fundamentales para el bienestar de los adultos jóvenes, porque tienen un efecto amortiguador de los efectos tóxicos del estrés. De otra parte, el aumento del comportamiento prosocial se asoció a la reducción de muertes por desesperanza (i.e., envenenamiento por uso excesivo de alcohol y drogas ilícitas, y suicidio).

Para la elaboración del índice de felicidad, y el ranking de los países, se establecieron seis categorías: Apoyo, Producto Interno Bruto, Expectativa de vida saludable, física y mental, Libertad para tomar decisiones autónomas, Generosidad, y Ausencia de corrupción.

Estas seis categorías pueden resultar ser bastante blandas para abordar el concepto tan complejo y trascendental como es la felicidad. Resulta, además, desde el punto de vista de construcción de un índice, agregar categorías que resultan difíciles de combinar: la medición del Producto Interno Bruto con la correspondiente actitud frente a la vida saludable, percepción de generosidad o la ausencia de corrupción.

En la construcción del índice, se incurre en el agregado de variables estrictamente cuantitativas como el mencionado Producto Interno Bruto, con otras más cercanas a categorías discretas, no cuantitativas como las mencionadas. Así, puede resultar un índice bastante impreciso, a pesar de la complejidad estadística empleada que se presenta en ocho anexos. Basado en la percepción subjetiva de las personas sobre su calidad de vida, de las cuales se infiere «nivel de felicidad», los primeros cinco países en el índice son: Finlandia, Dinamarca, Islandia, Suecia y Países Bajos.

La inclusión en la generación del Índice, del Producto Interno Bruto ha sido criticada, desde diversas fuentes, porque tal variable refleja más bien los perniciosos efectos de gases de efecto invernadero y, por tanto, en un mundo de alta contaminación y destrucción ambiental, tal índice resulta ser impropio para calificar o establecer cuáles son los países más felices en el mundo, como a la ligera y de manera descuidada se copió en medios de comunicación y redes sociales. Existen muchos otros índices, asociados a la felicidad o al bienestar general. Los siguientes son algunos de ellos.

El Índice de Progreso Social AlTi Global que se basa en 57 impulsores del progreso social y ambiental, evalúa, en 170 países, tres dimensiones: Necesidades Básicas, Fundamentos del Bienestar, y Oportunidades. Enfatiza este índice que va más allá de las mediciones económicas; pretende identificar campos de mejoras para promover acciones específicas con miras a optimizar el bienestar social global. Las tres dimensiones cubren, cada una, cuatro campos, así: 1. Necesidades Básicas (nutrición y cuidados médicos, agua y saneamiento, vivienda y seguridad). 2. Fundamentos de Bienestar (educación básica, información y comunicaciones, salud, y calidad ambiental), y 3. Oportunidades (derecho y voz, libertad y elección, sociedad incluyente, y educación avanzada). (https://shorturl.at/ooRqU).

El progreso social es entendido, en este índice, como calidad de vida, la capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades humanas básicas de sus ciudadanos y el establecimiento de los pilares que les permitan mantener esa calidad de vida y crear las condiciones para que alcancen su máximo potencial. Se establece un ranking de países. (https://tinyurl.com/35a4vx82).

Dirigido por Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, se genera el Índice de Desarrollo Humano. El Informe para 2025 analiza el complejo mundo de incertidumbres que genera la intensificación de la polarización global, la inestabilidad de los sistemas planetarios y la expansión de la transformación social que produce la digitalización, incluida la inteligencia artificial. El Índice, centrado en las personas, proyecta cómo las ideas, el conocimiento y la información son las bases para el desarrollo humano. (https://tinyurl.com/yymrh9sv).

El Índice de Desarrollo Humano tiene cinco componentes: Calidad del desarrollo humano, brecha de género a lo largo del ciclo vital, empoderamiento de la mujer, sostenibilidad ambiental, y sostenibilidad socioeconómica. Emplea tres principios del desarrollo humano: Vivir una vida larga y saludable, poseer conocimientos y alcanzar ingresos suficientes para mantener un nivel de vida digno. (https://tinyurl.com/c2m2d42m). 

De otra parte, el Índice del Planeta Feliz (https://happyplanetindex.org/) mide el bienestar sostenible para todos, reflejando qué tan eficientes son los países para crear vidas largas y felices para sus habitantes, frente al uso limitado que se tiene de los recursos ambientales, lo cual se percibe como congruente con la meta central de las sociedades, como es la de asegurar el bienestar sostenible para todos basado en el bien común y suscitado por el empleo de los recursos ambientales. Se destaca en el informe del Índice que si: «Deseamos un único indicador para inferir lo que estamos haciendo, este se refiere a la medida de cuánto bienestar se alcanza por unidad de recursos ambientales; en efecto, es una medida de eficiencia socioecológica». El Índice define el bienestar como la expectativa de vida multiplicada por el autoinforme de bienestar, dividido por la huella de carbono. (https://tinyurl.com/yjr245cs).

 

 

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